Todo parece indicar que el rapero de orígenes mexicano y puertorriqueño, Tekashi 6ix9ine dejó atrás su actitud de hombre rebelde y cooperó con las autoridades de Manhattan en contra de su antigua pandilla, los Nine Trey Gangsta Bloods.
El rapero, cuyo verdadero nombre es Daniel Hernández, habló de su carrera musical y de cómo ingresó a la pandilla, además de explicar los nexos con Anthony Harv Ellison y Aljermiah Nuke Mack, en lo que resultó un giro de 180 grados, pues Hernández cultivó la imagen de ser una molestia pública como marca.
24 horas después de haber sido arrestado en noviembre del año pasado, y acusado como parte de un amplio caso de crimen organizado en contra de la pandilla Nine Trey, Hernández hizo un acuerdo con los fiscales federales para entregar a los miembros.
En noviembre, 18 los fiscales revelaron cargos de armas y crimen organizado en contra de Hernández y otros miembros de la unión así como Kifano Jordan, un supuesto miembro poderoso que fungió como el mánager del rapero y de Ellison, quien fue acusado de secuestrar a 6ix9ine el año pasado.
El rapero se declaró culpable por crimen organizado en febrero y admitió haber sido un miembro de la unión de 2017 a 2018. Fue en el juicio del martes que el rapero ahondó en el tema. "Participamos en muchos crímenes. Robos, asaltos, drogas", dijo en su testificación.
El rapero continuó explicando cómo funciona la pandilla que se fundó hace más de 25 años en Rikers Island. Dentro de la información que proporcionó, hay un listado por nombre de la jerarquía y división de poderes, además de una traducción de los códigos de la pandilla para el jurado.
Según reportes del diario The New York Times, la decisión de entregar la información no fue del todo sorpresiva, ya que el joven de 23 años tuvo una discusión con la pandilla ocasionado por el secuestro que llevó a cabo Ellis.
Mientras esa batalla se daba lugar, también hubo conflictos con respecto al control que la pandilla quería tener sobre la carrera de Hernández y que el mánager de Hernández lo animaba a abandonar. El rapero hizo caso, pero fue muy tarde, ya que días después fue arrestado.
Las confesiones del cantante dejaron ver que el músico se unió a la pandilla para obtener una "fama callejera" que de otra forma no hubiera obtenido, y que hacía que llamara la atención. El mismo rapero justificó sus acciones delictivas alegando que era todo parte de un acto para impulsar su imagen pública.
"Eso es lo que a la gente le gustaba, era solo una fórmula, un mapa que encontré y funcionó", explicó.
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El músico se convirtió en un elemento viral del internet y ganó popularidad por hacer extraños streamings en los que hacía cosas ofensivas o empezaba peleas con otros raperos y personalidades de internet; Hernández se inclinó para el rap y luego se involucró con Jordan, quien fue sentenciado a 15 años en prisión a principios de este año.
Si su carrera se puede salvar es una incógnita, puesto que el rapero probablemente tenga que ser movido a un programa de protección de testigos. El juicio está programado para continuar el miércoles 18 de septiembre.
El artista tenía un concierto planeado el 23 de febrero de este año en el Pepsi Center de la Ciudad de México, sin embargo tuvo que ser cancelado debido a su arresto en noviembre de 2018.