Se convirtió en una estrella internacional apenas iniciada la década de los 90 gracias a la cinta romántica Ghost, pero cuando el éxito llegó a Demi Moore las tragedias ya habían dejado huella en su vida.
Nacida en Nuevo México, el 11 de noviembre de 1962, la infancia de Demi no fue la de una niña en medio de un hogar lleno de amor con padres responsables; se trató más bien de un largo peregrinar por todo Estados Unidos a cargo de unos jóvenes e inexpertos padres que pasaban sus días entre conflictos, algo que hoy llamaríamos un "romance tóxico".
El padre de Demi era alcohólico y años después la actriz se enteró de que realmente no era su hija biológica. Nunca tuvo contacto con el hombre que contribuyó a su concepción.
De su madre, agobiada por los problemas con el padre, tiene un recuerdo que la marcó: la pequeña Demi trataba de ayudar a la mujer a que vomitara las píldoras que había consumido en un intento de suicidio.
"Lo siguiente que recuerdo es estar usando mis pequeños dedos de niña para extraer las píldoras que mi madre había tratado de tragar de su boca mientras mi padre la mantenía abierta y me decía qué hacer. Algo muy profundo dentro de mí cambió, y nunca retrocedió. Mi infancia había terminado", comentó en una reciente entrevista con Harper's Bazaar.
En esa misma revista Demi volvió a desnudarse, algo que no hacía desde 1991, cuando posó sin ropa estando embarazada de su segunda hija, en la portada de "Vanity Fair" que ahora es icónica.
Entre esa portada y la más reciente pasaron casi 30 años en la vida de Demi, incluidos dos divorcios, algunas películas fallidas (como Striptease) y un serio problema de salud que la llevó al hospital y más adelante a rehabilitación.
En 1991 Demi era uno de los sex symbols de Hollywood y formaba una popular pareja con Bruce Willis, galán en la industria del cine. Parecía que nada faltaba en la vida de la actriz.
Pero incluso para esa época, Moore (apellido que adoptó de su primer marido) ya había probado las trampas del éxito. En los años 80 tuvo problemas de adicciones y como ella misma reveló el año pasado, cayó en una "espiral de autodestrucción".
"Al comienzo de mi carrera entré en una espiral de autodestrucción en la que no importaba el éxito que tuviera, simplemente sentía que no era lo suficientemente buena. Pensaba que no tenía ningún valor y esa senda autodestructiva me llevó muy rápido a un punto crítico, a una crisis real", dijo tras ser galardonada con el premio a la Mujer del Año por Peggy Albrecht Friendly House.
Demi no dio más detalles de su etapa oscura, pero sí lo ofrecerá en su autobiografía, Inside Out, que se publicará el próximo 24 de septiembre.
El libro, definido como "una historia de supervivencia, éxito y rendición así como de resistencia" narrará los problemas de adicciones de Demi, cómo enfrentó su divorcio, primero de Bruce Willis y después de Ashton Kutcher y cómo logró renacer porque para la actriz lo importante ha sido continuar con su vida.
"Tengo cero interés en ser una víctima", aseguró a Lena Dunham en la entrevista con Harper's.
Y es que la vida amorosa de Moore también ha sido fuente de sufrimiento. Se casó a los 18 años con el músico Freddy Moore y el matrimonio se extendió hasta 1984.
Tres años después ya estaba con Bruce Willis, con quien tendría tres hijas. Pero el cuento de hadas terminó en el año 2000, cuando se divorciaron.
Willis dijo después que separarse de Demi había sido el gran error de su vida. Entre las causas de su ruptura se habló de infidelidades de ambas partes, algo que nunca se confirmó.
La ruptura llevó a Demi a obsesionarse aún más con la actividad de coleccionar muñecas y juguetes.
Sin embargo, sería el siguiente romance de Demi el que le trajo los mayores reflectores y las más crueles críticas.
En 2003, cuando tenía 40 años, se enamoró de Ashton Kutcher, un joven actor de 25 años. Fue entonces cuando comenzó a hacerse popular el término "cougar" para definir a una mujer madura que se relacionaba con un hombre menor.
Dos años después Moore y Ashton se casaron y a ella le decían "esposa abuela", cuando sólo tenía 42 años. Además de soportar la condena pública debió enfrentar un aborto en privado.
Contra todos los pronósticos, el romance se prolongó durante ocho años entre el noviazgo y el matrimonio, hasta que en noviembre de 2011 la actriz anunció su separación de Ashton.
"Es con gran tristeza que he decidido terminar mi matrimonio de seis años con Ashton. Como mujer, como madre y como esposa hay ciertos valores y votos que mantengo como sagrados y es en este espíritu que he decidido seguir adelante con mi vida", expresó en un comunicado.
La ruptura llegó semanas después de que se difundieran imágenes de Kutcher en un jacuzzi junto a cuatro mujeres, una de las cuales reveló haber tenido relaciones íntimas con el actor.
Se habló mucho de lo difícil que fue la ruptura para el actor mientras Demi prefirió mantener un perfil bajo.
En medio de su soledad, la estrella volvió a los titulares pero por una estancia en el hospital y un posterior paso por rehabilitación.
A finales de enero de 2012 la actriz buscó ayuda profesional por "estrés", dijo su representante.
Según el portal TMZ, los paramédicos respondieron a una llamada al 911 desde la casa de Moore.
Demi había fumado algo parecido al "incienso" y se estaba convulsionando.
La actriz decidió encarar un tratamiento y alejarse del ojo público. "Está en un encierro total y sólo está hablando con un pequeño grupo de personas", declaró una fuente a E!. Demi estaba recibiendo ayuda por adicciones y trastornos alimenticios.
Y es que a pesar de haber sido una de las mujeres más deseadas, las inseguridades sobre su aspecto eran recurrentes.
"Tengo una relación de amor-odio con mi cuerpo. A veces he sentido que mi cuerpo me traicionaba cuando luchaba con mi peso y sentía que no podía comer lo que quería… Ahora me acepto mejor. Y eso no solo incluye mi peso, sino también los cambios que vienen con la edad, como la extremada delgadez que sufro ahora… Jamás pensé que alguien me diría: 'Estás demasiado flaca y no tienes buen aspecto", detalló en una entrevista.
Una vez superado el trago amargo, Demi volvió a dar la nota cuando se le vio muy animada bailando junto a Lenny Kravitz mientras él parecía indiferente ante ella.
Vino después una época de fiestas y chicos más jóvenes que sus hijas no aprobaban. "Es cierto que las chicas no están pasando su mejor momento con su madre. Ellas sólo ven que Demi está siempre de fiesta con hombres más jóvenes que ella y no parece tener una vida demasiado estable. Sus hijas no aprueban esta actitud, porque su madre actúa como si tuviera su edad".
Demi entonces fue desapareciendo de la escena pública y los títulos en cine y TV comenzaron a disminuir.
"Lo que me asusta es que me voy a encontrar en el último momento de mi vida y voy a sentir que no he sido amada", confesó en 2012 además de comentar que tenía "miedo de ser abandonada".
Ahora, años después de la turbulencia, parece que la vida de Demi se ha asentado.
La estrella de Indecental proposal y G.I. Jane está grabando ahora una serie basada en el libro "Brave New World" de Aldous Huxley y dijo a Harper's Bazaar:
"Aprender que estoy bien sólo conmigo fue el gran regalo que pude darme", dice hoy.