En una extensa entrevista con la revista New York Magazine, la ganadora del Oscar Renée Zellweger de 50 años explicó lo que había detrás de su decisión de dejar de actuar en 2010, revelando que había caído en una depresión y necesitaba un descanso.
"No estaba sana", se sinceró Zellweger, calificando es tiempo fuera como crucial. "No me estaba cuidando a mí misma. Fui lo último en mi lista de prioridades ".
Al darse cuenta del mal momento que estaba viviendo, Zellweger recurrió a terapia por primera vez en su vida. Allí, su terapeuta la ayudó a navegar por las emociones que sentía durante su retiro del negocio en Hollywood en pleno éxito de su carrera.
"Reconocí que pasé el 99 % de mi vida como persona pública y solo una migaja microscópica de una fracción como una persona real", recordó la actriz, que seis años después de alejarse por completo, regresó en Dilema, su primera serie par Netflix.
"Necesitaba no tener algo que hacer todo el tiempo, no saber qué voy a hacer en los próximos dos años por adelantado. Quería permitirme algunos errores. Tenía que haber algo de silencio para que las ideas se deslizaran", dijo la actriz sobre el proceso de curación y desintoxicación al que se sometió durante ese lapsus fuera de los set.
En una entrevista previa con Red Magazine, afirmó: "Estuve muy mal aconsejada y tomé algunas decisiones equivocadas. Mi vida estaba llena de sombras y me sentía triste".
En ese tiempo, Zellweger estaba en un aeropuerto donde se topó con su amiga Salma Hayek, quien le dio un consejo: "Ella compartió esta hermosa … ¿metáfora? ¿Analogía? 'La rosa no florece todo el año … a menos que sea de plástico'", recordó la actriz.
Sin vueltas, la actriz decidió hablar sobre esta decisión tras drástica en su vida que la llevó a descansar del trabajo por un largo rato. Descansar, para Zellweger, significaba dejar de hacer películas, caminar sobre alfombras rojas y hacer entrevistas. Aunque su pausa duró hasta 2016, cuando volvió al set para filmar la tercer película de Bridget Jones junto a Colin Firth y Patrick Dempsey.
"Tuve un buen período de cinco años cuando estaba alegre y en un nuevo capítulo del que nadie estaba al tanto", dijo a NY Mag. "Es una vida más tranquila, y me encanta".
Antes de su regreso a la pantalla grande, Zellweger asistió a los premios Elle Women in Hollywood en 2014, y rápidamente se convirtió en lo más hablado por su cambio físico.
La polémica sobre su apariencia llevó a Zellweger primero a defenderse en la revista People, y luego, un año más tarde, en un ensayo en primera persona para The Huffington Post.
"¡Me alegra que la gente piense que me veo diferente! Estoy viviendo una vida diferente, feliz y más satisfactoria, y estoy encantada de que tal vez se vea ", dijo Zellweger a People.
Mirando hacia atrás, Zellweger le dijo a NY Mag que el caos en torno a su aspecto en realidad la ayudó a liberarla. "¡Nada como la humillación internacional para enderezar su perspectiva! y sacudir cualquier tipo de superficialidad pegajosa …".
"Uno de los temores que tal vez, como artistas, todos compartimos, porque tenemos esta experiencia pública de ser criticados no solo por nuestro trabajo, sino también como seres humanos, es cuando llega a ser demasiado, cuando uno aprende que su piel no está no tan gruesa como necesitas que sea, ¿cómo se sentirá eso? Bueno, ahora lo sé ", agregó Zellweger a la revista."Recibí la patada más dura. Y no es el final".
Zellweger vuelve a las pantallas de cine este mes, interpretando a Judy Garland en la muy esperada película biográfica Judy, que llega a los cines el 27 de septiembre.
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