Los espectadores quedaron desconcertados por Mickey Rourke, de 66 años, y su aparición en Good Morning Britain. Las personas que siguen el show no podían creer la dramática transformación del actor, que en los '80 fue uno de los hombres más deseados de Hollywood.
Se suponía que debía aparecer en el programa de la mañana para discutir su último proyecto Night Walk, pero Rourke se llevó toda la atención por su comportamiento errático y su look.
Algunos fanáticos de Good Morning Britain quedaron impactados por la aparición del reconocido actor en la pantalla chica. La estrella de la película aclamada por la crítica The Wrestler, que ayudó a relanzar su carrera como actor, lució una camisa de seda, un sombrero de vaquero, un bastón y dos perros pequeños en su regazo durante toda la entrevista.
"Tuve que ver esa entrevista de Mickey Rourke desde detrás del sofá. Su cara es cosa de pesadillas Era tan lindo en Nueve semanas y media", "Mickey Rourke se parece a tu tía recién divorciada en camino a una despedida de soltera, "¿Mickey Rourke está bien? Parecía estar luchando en esa entrevista", fueron algunos de los comentarios en Twitter.
Los problemas técnicos no ayudaron e hicieron que los presentadores y el actor se pisaran.
De acuerdo a varios medios británicos, el nominado al Oscar luchó por responder preguntas hechas por los anfitriones Piers Morgan y Susanna Reid, y casi no pudo expresarse cuando le pidieron que hablara sobre su próximo trabajo en cine. Desconcertado sobre qué proyecto querían discutir, el confundido actor preguntó: "¿Qué película?".
La entrevista, en otro momento, tuvo que ser interrumpida como resultado de que la estrella de Hollywood se fuera por la tangente, el conductor intentó profundizar sobre los pensamientos de los actores sobre volver a ser el centro de atención tras su aparición en la aclamada película de 2008 The Wrestler que le valió una nominación al Oscar.
Tratando de salvar el incómodo intercambio, Piers Morgan le dijo: "Nos estamos quedando sin tiempo aquí, ¿cómo fue estar de vuelta en la cima?". Ante la consulta, Mickey se sinceró: "Nunca sentí que estaba de vuelta en la cima. Cuando has estado sin trabajo durante una década y luego vuelves a trabajar no sentís que lo conseguiste"
El estadounidense fue uno de los hombres más sexies del cine pero su obsesión por las cirugías estéticas lo ha llevado a arruinarse el rostro. En una de las operaciones, incluso, se extrajo cartílago de la oreja del actor para reconstruirle la nariz.
Todo el atractivo y sensualidad que demostró tener en la recordada y popular película Nueve semanas y media (1986) junto a la actriz Kim Bassinger ya no existe. Es otro hombre.
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