El pasado jueves 22 de agosto se llevó a cabo una audiencia en una corte de Miami-Dade en la que el actor Pablo Lyle y su defensa trataron de convencer al juez Alan Fine que las acciones que tomó fueron en defensa propia.
El pasado 31 de marzo, el actor se vio involucrado en un incidente de tráfico en el que, un hombre de 63 años- Juan Ricardo Hernández- golpeó el auto en donde viajaba la familia de Lyle, por lo que el actor contestó de manera violenta, golpeándolo una sola vez.
Pero sólo eso bastó para dejar al cubano inconsciente y con daños irreparables, pues sufrió de una fractura en el cráneo y falleció cuatro días después en el hospital Jackson Memorial.
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Bajo la ley de Stand Your Ground (defender tu posición), el equipo de defensa del actor de Mirreyes vs Godínez buscaba que el juez decretara que actuó en defensa propia, por lo que podría salir en libertad.
En la audiencia que duró siete horas, sus abogados presentaron pruebas y argumentaron que su cliente temía por la vida de su familia, incluyendo a sus pequeños hijos, quienes viajaban en la parte de atrás del automóvil.
"Quería proteger a su familia y temía que Hernández tuviera un arma en su auto (…) Solo le pegó una vez, no usó una piedra ni le pegó repetidamente", argumentó el abogado del actor mexicano, Bruce Lehr.
"Vi a este hombre, atacando nuestro coche con niños dentro, lo cual no le preocupó y estaba tratando de que mis hijos no fueran asesinados", declaró Lyle durante la audiencia del jueves.
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El jueves también testificaron la esposa de Lyle, Ana Araujo, Lucas Delfino, el cuñado de Lyle, y dos testigos que estaban en el coche de en medio, María Rizo y su hija Jessica Rocha.
Las testigos argumentaron a favor de Hernández, pues decían que el hombre, tras regresar a su automóvil y ver al actor a punto de golpearlo alzó las manos tratando de protegerse.
Durante la audiencia también se mostraron los videos tanto del ataque a Hernández, como de las entrevistas hechas a Lyle por los detectives.
Fue ahí en donde se vieron las diferentes versiones que el actor dio a cada detective en cuanto a la reacción del hombre de 63 años.
El actor derramó algunas lágrimas durante la tarde de la audiencia, sin embargo la fiscal Rachel Morales-Gellis las descartó como falsas debido a la profesión de Lyle.
La fiscal Morales-Gellis declaró que no había una amenaza inminente, las acciones del actor no eran justificadas puesto que el cubano de 63 años no estaba armado.
Al finalizar la audiencia, el juez Fine declaró que el actor entrará a juicio por homicidio involuntario y permanecerá en arresto domiciliario en la propiedad de Miami que pertenece a su cuñado, Lucas Delfino.
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"La audiencia no terminó hoy como esperábamos, pero no se equivoquen, pues este caso aún no concluye", dijo otro de sus abogados. La nueva cita es para el 9 de septiembre.
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