Inició su carrera como estrella infantil de Disney en la serie Hannah Montana, pero con el paso de los años Miley Cyrus se transformó en una joven protagonista de escándalos.
Tras su sorpresiva boda el pasado diciembre con Liam Hemsworth, su pareja intermitente durante una década, se pensó que Cyrus por fin habría sentado cabeza.
La polémica Miley que hacía twerking en plena transmisión de los MTV, o que posaba desnuda ante la menor provocación, parecía haber quedado atrás, al igual que sus sorprendentes declaraciones sobre su sexualidad.
La historia de cuento de hadas con Liam daba indicios de traer una nueva vida para Cyrus. Se conocieron cuando eran unos adolescentes, durante la filmación de The Last Song, en 2009.
Ya en 2008 parecía que Cyrus trataba por todos los medios de librarse de su imagen infantil, pese a que aún estaba en Hannah Montana, la serie estrenada un par de años antes que mostraba las aventuras de una adolescente con una doble vida: por las mañanas una estudiante promedio y por las noches una estrella internacional de la música.
La entonces joven de 15 años posó para Annie Leibovitz en una fotografía que apareció en la portada de Vanity Fair. La polémica se desató porque Miley se cubrió con una sábana y mostró su espalda desnuda, algo que fue catalogado como una exposición excesiva dada la edad de la actriz.
Todavía el año pasado Miley compartió en Twitter una imagen de un medio de Estados Unidos donde se le atacaba por aquella portada y escribió que no se arrepentía de nada.
La actitud cada vez más rebelde de Cyrus encendía las alarmas a su alrededor. Incluso hubo un capítulo de South Park en donde se mostraba el descenso de Britney Spears y se ponía a Miley como la siguiente en la lista para ser arrasada por la decadencia, ante un pueblo estadounidense ansioso por "devorar" a una nueva estrella.
Baile en tubo en una entrega de premios para adolescentes y las fotos sensuales cada vez más frecuentes llevaron incluso a Cyrus a ser considerada una de las famosas con peor influencia para los jóvenes.
"Lo siento, pero no soy perfecta", declaró Miley en octubre de 2011 y añadió "nunca robé un collar (refiriéndose a Lindsay Lohan) o manejé ebria".
En una reciente entrevista, la estrella aclaró lo que pasaba por su mente. "Yo (quería dejar de ser Hannah Montana) después de que cumplí 18 años porque se sentía ridícula. En el momento en que tuve relaciones sexuales, sentí como si no pudiera ponerme la peluca nuevamente. Se puso raro. Se sentía como … que ya había crecido… no soy una mascota de Disney. Soy una persona".
Y entre todo ese remolino que se levantaba a su alrededor, Cyrus siguió su romance con Liam Hemsworth. En 2012 ya estaban comprometidos. "Estoy tan contenta de estar comprometida, y estoy deseosa de tener una vida de felicidad con Liam", declaró a People.
Sin embargo, el compromiso no dudaría mucho. En septiembre de 2013 se supo que habían roto y a él se le vio muy cariñoso con la actriz mexicana Eiza González.
Cada uno siguió con su vida y Miley sorprendió en 2015 al revelar que también sentía atracción por las mujeres. "Soy bien abierta al respecto. Soy pansexual", aseguró en una charla con la revista Elle, en la que también dijo que tenía citas, pero cambiaba su estilo "cada dos semanas".
Estoy literalmente abierta a cualquier cosa que sea bajo consentimiento y que no involucre a animales ni a menores de edad. Todo lo que sea legal, estoy dispuesta a hacer
Y para muestra de lo cambiante que era, ese mismo año sostuvo un fugaz romance con Patrick Schwarzenegger y poco después fue vista besando a la modelo Stella Maxwell.
Y es que como lo reveló a la revista Paper, también en 2015, desde los 14 años habló con su madre acerca de la atracción que sentía por las mujeres.
"Recuerdo decirle a mi madre que admiraba a las mujeres de una manera diferente. Cuando ella me preguntó a qué me refería le dije 'las amo, las amo como amo a los chicos' y eso fue algo difícil de entender para ella. No quería que fuera juzgada".
Al año siguiente Miley volvió a referirse al asunto y explicó a Variety "en mi vida entera no entendía mi propio género y mi propia sexualidad. Siempre odié la palabra bisexual porque incluso eso es ponerme en una caja. Nunca pienso en alguien como en ser un hombre o ser una chica".
Mi primera relación en mi vida fue con una chica. Crecí en una familia muy religiosa del Sur. Una vez que entendí mi género más, el cual no fue asignado, entonces comprendí más mi sexualidad. Fue como de ‘oh es por eso que no me siento hetero ni me siento gay’ ¡Es porque no lo soy!
Después de ese remolino de declaraciones y algunas relaciones fugaces, como en una buena telenovela, el amor volvió a unir a una Cyrus ya más relajada con Liam Hemsworth.
El cuento de hadas parecía seguir su curso una vez que la actriz y el cantante se casaron el pasado diciembre, pero las declaraciones explosivas de Cyrus no terminaron.
En marzo, Miley dijo a Vanity Fair que estaban tratando de redefinir el matrimonio. "La gente se enamora de la gente, no del género. De lo que estoy enamorada existe casi en un nivel espiritual. No tiene nada que ver con la sexualidad. Las relaciones en una nueva generación: no creo que tengan mucho que ver con la sexualidad o el género. El sexo es en realidad una parte pequeña, y el género es una parte muy pequeña, casi irrelevante de las relaciones".
Admitió que el matrimonio parecía algo fuera de lugar para ella, pero reconoció que junto a Liam era más fuerte.
Sin embargo, como si se tratara de una especie de advertencia de lo que ocurriría con su esposo, Miley declaró en julio de este año a la revista Elle: "Estoy en una relación hetero, pero todavía estoy muy atraída sexualmente por las mujeres".
Y esa atracción quedó de manifiesto poco antes de que se confirmara su ruptura con Liam. Varios medios de comunicación publicaron imágenes de Cyrus besando a la bloguera Kaitklynn Carter, con quien ya había tenido una "experiencia espiritual" en Stonehenge a principios de julio.
Después de su separación Cyrus publicó un mensaje en Instagram en el que, sin mencionar directamente a Liam, expresó:
"No luches contra la evolución porque nunca ganarás. Como lo alto de la montaña en la que estoy, que alguna vez estuvo bajo el agua conectada con África, el cambio es inevitable".
Y parece que Miley no luchará contra las siguientes sorpresas que le traiga su vida.