Meghan Markle, de 38 años, y el príncipe Harry, de 34, se tomaron otras lujosas vacaciones en Niza, dos días después de un polémico viaje en Ibiza. Desde hace un tiempo que los duques de Sussex son blanco de críticas por sus excesivos gastos personales.
De acuerdo al tabloide británico The Sun, los royals usaron un jet para irse de vacaciones al sur de Francia, su tercer vuelo privado en solo ocho días. El duque y la duquesa de Sussex llegaron a Niza el miércoles a bordo de un avión Cessna de 12 plazas.
Vestida con una blusa blanca y un gorro color crema, la ex actriz estadounidense fue retratada por los paparazzi acunando al hijo de tres meses de la pareja real, Archie Harrison Mountbatten Windsor, cuando salía del avión de la firma de lujo NetJets, que se ha ganado el apodo del "Uber para multimillonarios" porque es utilizado por los megaricos.
Tanto Harry como su famosa esposa son blanco de críticas por usar este tipo de transporte para viajes privados. Son acusados de "hipócritas" y de tener un "doble discurso".
Los duques de Sussex son abanderados de la sostenibilidad y del cuidado del medio ambiente, algo que no tiene relación con la decisión de viajar en jet privados que son hasta siete veces más contaminantes que un vuelo comercial. Por no hablar de su elevado costo de alquiler, unos USD 20.000 por vuelo, de acuerdo a los reportes de la prensa local.
Ken Wharfe, el que fuera guardaespaldas de la princesa Diana, fue uno de los más críticos. "Es hipócrita que Harry hable sobre los terribles efectos del cambio climático mientras vuela por el mundo en avión privado", afirmó en una reciente entrevista. Opinión negativa a la que se ha sumado buena parte de la prensa británica y de los ciudadanos.
El polémico presentador británico Piers Morgan compartió un artículo sobre el viaje de la pareja real en su perfil de Twitter y escribió: "Salvando el planeta, un jet privado a la vez". También hay críticas por la falta de transparencia que rodeó al viaje, con portavoces reales que se negaron a revelar cuánto costó a los contribuyentes.
El príncipe Harry y su esposa ya hicieron molestar a los ciudadanos con reformas de más de USD 2 millones en su residencia de Frogmore Cottage en los terrenos del castillo de Windsor y por el baby shower de Meghan en la ciudad de Nueva York.
De vacaciones por Ibiza
Los monarcas disfrutaron de un viaje secreto de una semana a Ibiza para celebrar el cumpleaños de Meghan este mes. La duquesa, que cumplió 38 años el 4 de agosto de 2019, voló a la isla con Harry y su bebé. Se alojaron en una villa privada, lejos de las miradas indiscretas, y viajaron con personal de seguridad para una "visita de seis días".
Eligieron un complejo privado muy exclusivo de £ 20,000 por semana y situado en una ladera frente a bahía de Porroig y la isla de Formentera. Los miembros de la realeza fueron protegidos por varios guardaespaldas de la Policía Met financiados por los contribuyentes.
Según The Sun, los huéspedes pueden pedir un chef, un mayordomo, profesor de yoga y entrenador personal, y el Dj David Guetta y Paul McCartney se habrían alojado allí.
Fue el primer viaje de la pareja junto a su hijo, nacido el pasado 6 de mayo.
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