Cuando la octava temporada de Game of Thrones comenzó -para muchos espectadores- a decaer en picado, muchos acusaron a los showrunners de la serie, David Benioff y Dan Weiss, de la debacle. Los dos, dijeron, eran unos guionistas incapaces, perdidos sin remedio en su infinita incompetencia sin el apoyo o el respaldo de los libros de George R.R. Martin, autor original de la historia de Westeros.
Y es que al llegar Game of Thrones a su quinta temporada en HBO, los showrunners se toparon con un abismo. George R.R. Martin sufría una especie de bloqueo literario que le había impedido terminar su historia. No había más páginas, ni nuevos libros, y la ficción televisiva debía continuar. Los showrunners siguieron así sin las novelas y dieron rienda a su creatividad, siempre con la aprobación del escritor, anclado en su bloqueo, e inmerso en proyectos que nada tenían que ver con el final de A Song of Ice and Fire.
Esta nueva travesía de los guionistas no convenció a los espectadores, que alcanzaron su indignación cuando vieron enloquecer a Daenerys Targaryen, y terminaron de colapsar cuando Bran Stark se sentó en el trono de Hierro. El hecho de que el "tullido" se convirtiera en Rey fue un final que los fans no perdonaron a la cadena, y les valió a los guionistas un aluvión de críticas. Sin embargo, la idea de que Bran se convirtiera en rey de Poniente no era de David Benioff y Dan Weiss.
"David y Dan me dijeron que había dos cosas que George R.R. Martin había planeado para Bran: una era la revelación de Hodor, y que él sería el rey. Entonces fue bastante especial estar involucrado en algo que es parte de la visión de George. Fue una buena manera de cerrar todo", reveló tras el final de la octava temporada Isaac Hempstead, actor que dio vida a Bran Stark.
El hecho de que el autor original de los libros fuera quien propuso el sino de Bran, preocupó a los fanáticos que creyeron que los libros podían acabar de la misma manera. Ahora, en declaraciones al diario Observer, George R.R. Martin dijo que las críticas hacia la serie de HBO no harán que cambie el final que él había planeado para las últimas dos novelas de la saga. Y dijo, además, que para él fue un alivio que la serie llegara a su fin.
"No creo que la serie haya sido algo muy bueno para mí. Lo que parecía haberme acelerado, me detuvo. Cada día, me sentaba a escribir e incluso cuando tenía un buen día, me sentía terrible", confesó el escritor acerca de su bloqueo creativo.
"Solía pensar: dios mío, tengo que terminar el libro. Y sólo he escrito cuatro páginas cuando tendría que haber escrito 40", añadió.
A pesar de ello, George R.R. Martin prometió a sus seguidores que terminaría el libro, sin importar el tiempo y el esfuerzo que le llevara. Reveló además que algunos de los fans ya habían adivinado cómo acabarán los libros y el destino de muchos de sus personajes. Lo que no significa que el desenlace sea el mismo que el de la serie.
"Estoy trabajando en un medio muy diferente al de David [Benioff] y Dan [B. Weiss], no lo olvidéis. Ellos tuvieron seis horas para su temporada final. Yo espero que estos dos últimos libros lleguen a las 3.000 páginas manuscritas entre ambos antes de que se acabe… Y si son necesarias más páginas, capítulos y escenas, las añadiré", explicó, después de recordar que hubo escenas que se eliminaron de los capítulos de HBO.