NUEVA YORK — Poco después de que los organizadores de Woodstock anunciaron que los caóticos conciertos por el 50 aniversario estaban cancelados tras meses de tropiezos y atascos, el cofundador de Woodstock Michael Lang resumió el drama en seis palabras: "Ha sido un viaje realmente extraño".
Los últimos seis meses, Lang, de 74 años, se movió como un gato usando nueve vidas para hacer que Woodstock 50 funcionara. El primer plan, de tener un concierto de estrellas como Jay-Z, Dead & Company, the Killers y más en Watkins Glen, Nueva York, a unos 185 kilómetros (115 millas) al noroeste del concierto original de 1969, fue saboteado cuando el recinto se retractó. Entonces pensaron hacerlo en Vernon, Nueva York, pero los organizadores no pudieron conseguir un permiso. Lang por último encontró un sitio que funcionaría — en Maryland — pero los artistas comenzaron a retirarse y decidió cancelar el evento por completo.
"¿Qué puedo decir?", dijo Lang en una entrevista telefónica con The Associated Press. "No ha sido una sorpresa que no hayamos podido sacar esto adelante".
Si pudiera retroceder el tiempo y hacer las cosas diferentes, Lang dijo que solicitaría los permisos con mayor antelación y trabajaría con otro socio financiero.
El 29 de abril, Amplifi Live de Dentsu Aegis Network anunció el retiro de 18 millones de dólares — lo que quedaba de los 49 millones que había puesto — del evento aniversario, que estaba programado del 16 al 18 de agosto. En su comunicado, la compañía también dijo prematuramente que Woodstock 50 se había cancelado, y algunos medios noticiosos lo reportaron como un hecho. (Lang presentó una demanda, y un juez decidió que Dentsu no podía por sí solo cancelar el espectáculo).
Lang dijo que la decisión de Dentsu "realmente puso acabó con nuestros esfuerzos por conseguir un permiso para un evento masivo porque todas las agencias del gobierno dejaron de trabajar cuando ellos anunciaron eso. Eso nos hizo perder casi seis semanas, y eran seis semanas cruciales".
Cuando se le preguntó sobre la cancelación oficial de Woodstock 50, Dentsu dijo a la AP que no haría declaraciones.
Lang dijo que Dentsu lo invitó a sumarse al evento para manejar algunas de las finanzas, publicidad y patrocinios. Dijo que no está seguro por qué la relación se vino a pique.
"El que ellos se hayan retirado de una inversión tan grande, francamente, fue desconcertante", dijo. "Creo que fue porque el permiso no se había conseguido, lo cual yo le atribuyo al hecho de que Dentsu le dio largas a formar nuestro equipo productor y nuestro equipo de contrataciones".
Lang agregó que cuando se filtró a la prensa que no les habían pagado a tiempo a algunos artistas contratados, Dentsu quizás pensó que él lo hizo. Lang dijo que todos los artistas eventualmente recibieron su dinero y niega haber filtrado él la información.
"Eso realmente destruyó la confianza que pudimos habernos tenido", dijo. "Probablemente fue una de las agencias que estaba tratando de hacer su trabajo y conseguir que le pagaran a su banda".
Así que consiguió un nuevo socio financiero, aunque el local original, Watkins Glen International, se había retirado, al igual que la compañía productora Superfly. Y los boletos aún no salían a la venta.
Los organizadores de Woodstock 50 no consiguieron un permiso para realizar el festival en la pista de carreras y casino Vernon Downs, en el norte de Nueva York; presentaron la solicitud demasiado tarde y con problemas. Funcionarios locales rechazaron la solicitud ante la preocupación de recibir 65.000 personas en un área mayormente rural con poca anticipación.
Y aunque Lang trató incluso lograr que el evento funcionara como un concierto gratuito en el Merriweather Post Pavilion en Columbia, Maryland, menos de una semana después de anunciar esa locación informó que todo estaba cancelado.
"Merriweather fue sólo un intento de hacer algo bueno con parte del talento que aún estaba disponible", dijo.
Al preguntarle por qué no había trabajado con un gigante del espectáculo como Live Nation, que ha montado cientos de festivales con éxito, Lang explicó que "realmente queríamos mantenerlo independiente. Es parte del carácter de nuestra marca y de nuestra posición en el mundo".
El cartel para Woodstock 50 incluía a artistas contemporáneos como Imagine Dragons, Miley Cyrus y Chance the Rapper, junto a veteranos que tocaron en el festival original como Melanie Safka, Santana y John Fogerty.
Lang dijo que no le preocupa que los problemas de Woodstock 50 afecten el legado de la marca. Woodstock "continúa representando las mismas motivaciones y temas sociales relevantes de aquel entonces".
Y todavía espera que haya un Woodstock 50, en algún momento: "Quizás el próximo año", dijo.