Una reciente lista de recomendaciones de convivencia para los nuevos vecinos de Meghan Markle y el príncipe Harry, en Frogmore Cottage, generó cierto revuelo.
El Palacio de Buckingham aclaró que los duques de Sussex, Meghan Markle y el príncipe Harry, no sabían del contenido de la lista sobre condiciones de convivencia para sus vecinos en Frogmore Cottage, y que incluían – por ejemplo, no hablarles.
The Sun publicó hace un par de días el contenido de la "guía" para los vecinos del lugar, en los terrenos del castillo de Windsor. Entre las cosas que sí pueden hacer está el responder "buenos días" o algún otro comentario si son los duques quienes les hablan.
Sin embargo, son más las acciones restringidas para los vecinos de Markle y el príncipe: no deben acercarse a ellos o iniciar una conversación, no deben acariciar a sus perros incluso si son las mascotas quienes se acercan a ellos, tampoco deben ofrecer a pasear a sus mascotas.
No deben pedir ver a su hijo Archie ni ofrecerse a cuidarlo y tampoco pueden enviar nada a través del buzón de Frogmore Cottage.
Ante el revuelo causado por la lista de peticiones, el Palacio de Buckingham emitió un comunicado para señalar que los duques no tuvieron nada que ver con la lista de peticiones.
El duque y la duquesa no pidieron esto, no sabían de esto y no tienen nada que ver con el contenido de la guía ofrecida
Al parecer, las recomendaciones fueron realizadas durante una de las habituales sesiones informativas que se realizan entre los vecinos del lugar y en la reunión se habrían tocado otros asuntos además del de la presencia de los duques de Sussex.
De acuerdo con The Sun, el portavoz del Palacio de Buckingham también aclaró que "esta fue una reunión informativa bien intencionada para ayudar a una pequeña comunidad local a saber cómo dar la bienvenida a dos nuevos residentes y ayudarlos con cualquier posible encuentro".
La privacidad de los duques de Sussex
Tras el nacimiento de su hijo Archie, el pasado mayo, los duques han dejado en claro que desean mantener lo más privado posible el asunto de la crianza del pequeño.
Además de realizar un bautizo privado, en el que no permitieron que se tomaran fotografías de la llegada y salida de los miembros de la familia real, tampoco dieron a conocer los nombres de los padrinos de Archie, pues no son personas del ámbito público.
Como parte de esa privacidad que desean para su hijo, los duques decidieron mudarse a Frogmore Cottage, pero el asunto no estuvo libre de polémicas.
Los duques de Sussex destinaron más de 2 millones de libras de fondos públicos en la reforma de la propiedad ubicada en los terrenos del castillo de Windsor
Cuando el Palacio de Buckingham dio a conocer su lista de gastos anuales, de inmediato saltó entre la prensa británica el costó por la remodelación del inmueble, que se prolongó durante seis meses y se pagaron 2,4 millones de libras esterlinas (USD 3,05 millones).
En redes sociales y medios de comunicación, Meghan Markle fue señalada como la "culpable" y se le acusó de "ostentosa" e "hipócrita" al formar parte de numerosas organizaciones benéficas que luchan contra la pobreza.
"¿Por qué los contribuyentes pagan millones a los súper ricos Harry y Meghan "Kardashian" Markle para que renueven su mansión solo porque no se llevan bien con Wills y Kate?", preguntó el polémico presentador Piers Morgan en un extenso editorial publicado en el Daily Mail.
Al parecer, la mala relación entre Middleton, Markle y los príncipes británicos habría orillado a los duques de Sussex a mudarse del Palacio de Kensington a Windsor.
Frogmore Cottage es una residencia compuesta de cinco unidades separadas muy cerca del castillo de Windsor, a unos 34 kilómetros al oeste de Londres y que finalmente se convirtió en una sola propiedad para que vivan los duques de Sussex y su bebé Archie.