Blade Runner no fue un éxito instantáneo cuando fue estrenada en 1982. La obra de Ridley Scott basada libremente en la obra del escritor de ciencia ficción Philip K. Dick se tomaría su tiempo para convertirse en el fenómeno de culto que es hoy.
De hecho la película, oscura, lenta y distópica, iba en su tiempo a contramano de algunos de los grandes éxitos comerciales con los que compartía, hasta cierto punto, el género, como la inmensamente popular La Guerra de las Galaxias de 1977. Casi como un guiño a su propuesta contraria, Blade Runner tenía de protagonista nada menos que a Harrison Ford, el Han Solo de la saga de George Lucas.
Pero el status de culto que obtuvo Blade Runner se debió no poco a la actuación del holandés Rutger Hauer, fallecido el miércoles a los 75 años.
Hauer interpretó a Roy Batty, un "replicante" (androides humanoides creados con bioingeniería y especializados en diferentes funciones) que se ha rebelado y junto a un grupo de sus pares intentan extender su tiempo de vida en la Tierra, afectados por un envejecimiento prematuro.
Batty es además, un modelo militar muy peligroso cuyas acciones atraen la atención del agente especial de la policía de Los Angeles Rick Deckard, interpretado por Ford.
Difícil extender el concepto del ALERTA SPOILER a una película estrenada hace 37 años, pero he aquí uno.
Sobre el final de la película que transcurre en un 2019 imaginado, Deckard y Batty tienen un encuentro final en los techos de una lúgubre, lluviosa y humeante Los Angeles del futuro, ambientada por la música del artista electrónico griego Vangelis.
Deckard está malherido por la lucha contra el replicante, quien a su vez es consciente de que su muerte es inminente. Entonces Batty lanza un monólogo que ha entrado en la historia del cine:
"I've seen things you people wouldn't believe. Attack ships on fire off the shoulder of Orion. I watched C-beams glitter in the dark near the Tannhäuser Gate. All those moments will be lost in time, like tears in rain. Time to die".
Su traducción para el doblaje de la película ha tenido varias versiones, incluyendo interpretaciones distintas para el mercado español y el latinoamericano. Pero en su última reversión de 2003 dice:
"He visto cosas que ustedes nunca hubieran podido imaginar. Naves de combate en llamas en el hombro de Orión. He visto relámpagos resplandeciendo en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, igual que lágrimas en la lluvia. Llegó la hora de morir."
Las palabras fueron escritas por el guionista David Peoples, pero a Hauer se le permitió modificarlo, hacerlo suyo y, en definitiva, poner una cuota de improvisación en su interpretación.
Se trata de un texto que parece hacer referencia al pasado como armamento militar pensante de Batty, combatiendo en las distantes guerras que la humanidad pelea a través de androides "en el hombro de Orión" y en la "puerta de Tannhäuser" y que durante la película ni siquiera son mencionadas, pero existen.
Así, muestra una fascinación por imágenes y experiencias -de destrucción y violencia pero también belleza ante la inmensidad y lo desconocido- que sólo algunos replicantes han podido observar y que desaparecerán con sus tempranas "muertes".
También, parece poner en evidencia el ferviente deseo de Batty de vivir y ser humano, algo que se la ha negado. "Es toda una experiencia vivir con miedo, ¿no es cierto? En eso consiste ser un esclavo", dice el replicante a Deckard, visiblemente aterrado ante la posibilidad de caer al vacío, poco antes de recitar su último monólogo.
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