Tras el final de Game of Thrones, más de 1.000.000 de personas firmaron una petición para reclamar a HBO una última temporada que estuviera a la altura de la épica serie. El arco sin sentido de algunos personajes; el giro hacia la demencia que selló el destino de Danerys Targaryen; los múltiples errores que se colaron en decenas de escenas -como aquel infame y famoso vaso de café-, o los infinitos cabos sueltos que dejó la trama fueron sólo una parte ínfima de todas las críticas que recibió un equipo agotado y en apariencia desesperado por poner un punto y final a la serie.
Pero no sólo los fanáticos indignados expresaron abiertamente su disgusto. Estrellas del elenco como Maisie Williams (Arya Stark), Lena Headey (Cersei Lannister) o Conleth Hill (Lord Varys), criticaron las decisiones de guion y el desenlace amargo de sus personajes. También se hicieron públicas las diferencias creativas entre los showrunners de la serie, David Benioff y D.B. Weiss, y Miguel Sapochnik, director de capítulos como La batalla de los bastardos (Battle of Bastards), Las Campanas (The Bells) o La larga Noche (The Long Night).
Pero tal y como se esperaba, ni las exigencias de los seguidores de la serie, ni la reprimenda pública de algunos protagonistas, llevó a HBO a repetir el final de una superproducción en la que gastó millones. De hecho, ya hace más de dos meses de la emisión del último capítulo, y desde entonces, HBO ignoró las demandas, las críticas, la indignación, los memes y el descontento en general. Hasta ahora.
El presidente de programación de la cadena, Casey Bloys, rompió el silencio y dijo que las firmas que reunieron los espectadores para rehacer la octava temporada sin los showrunners, eran para él una especie de cumplido.
"Creo que la petición muestra mucho entusiasmo y pasión por el show, pero no fue algo que nosotros consideráramos seriamente", dijo Bloys durante el tour de prensa de verano de la Asociación de Críticos de Televisión.
"Hay muy, muy pocas partes negativas cuando tienes una serie muy exitosa. Pero se me ocurre una, cuando intentas ponerle fin, muchas personas tienen grandes opiniones sobre cómo debería haber terminado. Creo que eso va con el éxito", añadió.
Para Bloys, es frecuente que las series con largo recorrido se separen en algún momento de los libros. A medida que la producción fue avanzando, los showrunners se alejaron de la obra original de George R.R. Martin, y entonces comenzaron las diferencias.
"En este punto, normalmente hay un compás entre los showrunners y los usuarios en las redes. Es mínimo, adelante y atrás, aquí y allá. Pero no ocurre sólo con 'Game of Thrones'", apuntó Bloys.
Y lo cierto es que más allá de la decepción que sufrieron los espectadores, el final de la historia de los contendientes al Trono de Hierro arrasó en las nominaciones a los Premios Emmy 2019, y batió un récord histórico al lograr 32 candidaturas. Optarán a la estatuilla actores del elenco que ni siquiera fueron propuestos por HBO, y los showrunners, ampliamente criticados y tildados de ineptos, están nominados a Mejor Guion de una Serie de Drama, y Mejor Dirección de una Serie de Drama. Un reconocimiento que para el director de programación de HBO es "ciertamente una buena validación" de la temporada final.