El mundo de los espectáculos en Latinoamérica se cimbró el pasado 13 de junio cuando se supo que la actriz Edith González había muerto luego de una lucha de casi tres años contra el cáncer de ovario.
A un mes de su partida, la protagonista de Doña Bárbara y Corazón Salvaje fue recordada de diversas maneras por sus familiares y seguidores.
Uno de los primeros en recordar la fecha fue Lorenzo Lazo, viudo de Edith, quien reapareció en Instagram para compartir una fotografía en la que se veía la puerta de la casa que compartió con la actriz y un moño negro en lo alto, como símbolo de la partida de González y el luto que hay en el lugar.
"Somos tiempo", escribió Lazo para acompañar su publicación, que se llenó de mensajes de apoyo hacia él no sólo por parte de seguidores de la actriz, sino también de algunos personajes de los espectáculos en México como las actrices Sherlyn y Luz Elena González.
Además, el sábado se realizó una misa en la Parroquia del Espíritu Santo, en la capital mexicana, en honor a Edith.
En la misa estuvieron presentes Lazo, Constanza -la hija de Edith-, Víctor Manuel González, hermano de la actriz, y su hija Ukúme.
Antes de la misa, Víctor Manuel González compartió con la revista Quién algunos recuerdos de Edith, pues recorrieron calles de la Unidad Modelo, donde la actriz pasó su infancia.
"Edith llegaba de la escuela, estaba chiquita, en el camión, y se iba a comer con su madrina (de primera comunión) que cocinaba delicioso y la consentía mucho. Su mamá siempre se preocupaba hasta que le decían que estaba con doña Chayo", recordó el hermano de Edith.
La recuerdo con una gran sonrisa y tenacidad. Su legado es que no era una guerrera, era una amante de la vida
El amor que Edith tenía por la vida la hizo permanecer activa aún en medio de la enfermedad que enfrentaba, pues a principios de julio se supo que ya cuando había sido diagnosticada con cáncer accedió a participar en la que sería su última película, Un sentimiento honesto en el calabozo del olvido, filmada en 2017.
Luis Bárcenas, director de la película, recordó a Edith como una mujer profesional y alegre.
"Edith estaba con la enfermedad cuando hizo la película, pero tenía una vitalidad impresionante. En todo momento estaba sonriendo. Tenía ganas de trabajar, de colaborar, de escuchar opiniones. Ella daba consejos, sugerencias. Trabajar con ella era un elemento muy agradable en un equipo de trabajo".