Por primera vez desde que fue acusado de provocar la muerte de un hombre, el actor Pablo Lyle habló ante los medios de comunicación que lo esperaban en la corte de Miami para la nueva audiencia por el caso que se le sigue.
El actor agradeció la presencia de los medios y aunque se mostró amable con la prensa, en su semblante se percibía cierta preocupación.
"Buenos días, esta es la primera vez que tengo la oportunidad de estar con ustedes, solamente quería agradecer el interés de todos por esto que está pasando. Quisiera también agradecer a la gente que ha mandado señales de apoyo, amor y cariño, agradezco infinitamente. Son momentos, ustedes saben, hay un proceso en camino y no puedo hablar más, quiero agradecerles mucho el estar acá", comentó antes de retirarse y sin responder a las preguntas que le hicieron algunos reporteros.
La defensa de Lyle había declarado que no se encontraba lista para enfrentar el caso y aunque trataron de aplazar la audiencia, el juez únicamente les dio una hora más.
Después de comparecer, el juez rechazó desestimar el caso y fijó una nueva audiencia para el próximo 22 de agosto para que la defensa argumente bajo el alegato de la Ley de Florida "Stand Your Ground" (Defiende tu espacio) que establece que bajo ciertas circunstancias los individuos pueden usar la fuerza para defenderse si están en una situación que perciben como amenazante.
El actor ha insistido en que agredió al hombre en defensa propia.
Ya que el juez no aceptó el alegato, se tendrá que fijar próximamente una fecha para comenzar el juicio contra el actor mexicano.
El pasado 31 de marzo, mientras se dirigía junto a su familia rumbo al Aeropuerto de Miami, Lyle se vio involucrado en un incidente violento en el que terminó golpeando a Juan Ricardo Hernández, un hombre de origen cubano de 63 años.
Lyle se entregó horas después a las autoridades y se le presentó el cargo de agresión, pero la situación cambió radicalmente para el actor una vez que Hernández falleció, después de estar varios días internado.
En una audiencia el pasado 1 de mayo, el juez Alan Fine fijó a Lyle una fianza de USD 50.000 se le presentaron cargos por homicidio involuntario y se le ordenó que permaneciera bajo arraigo domiciliario, con un brazalete para monitorearlo.
En otra audiencia posterior se le permitió al actor salir del arraigo para ir a la iglesia o encontrarse con su familia, pero no viajar a México, como era la intención de su defensa.
Según la información que ha trascendido, en la audiencia de hoy la familia de Hernández aseguró que han sido acosados por los medios de comunicación y señalaron que Lyle ha ido a distintas reuniones que no le estaban permitidas por su arraigo.