Los británicos están cada vez más molestos por las actitudes de "diva de Hollywood" de Meghan Markle. Después del secretismo en torno al bautismo de su hijo Archie Harrison, la esposa del príncipe Harry es nuevamente blanco de críticas por comportarse más como una celebridad que como miembro de la corona británica.
Durante su paso por Wimbledon, la ex actriz estadounidense, de 37 años, hizo una visita sorpresa a Serena Williams acompañada de sus amigas Genevieve Hillis y Lindsay Roth, quienes podrían estar entre las madrinas secretas de Archie, y tuvo insólitos requisitos.
Durante su participación en el torneo de tenis, el equipo de seguridad y de prensa de la ex actriz trató de evitar que el público que estaba viendo el partido la fotografiara.
La personalidad británica Sally Jones, de 64 años, que estaba sentada en la misma fila que la duquesa de Sussex durante el juego, relató que se le ordenó tanto a ella como al resto del público que no tomarán fotografías, ya que Markle estaba allí "a título privado", aunque había 12.000 personas en el estadio y millones de personas siguiendo el partido en la televisión.
"Harry y Meghan se muestran más como celebridades que como miembros de la realeza. Estas actitudes los hace parecer tontos e infantiles", afirmó Jones, que en el pasado fue presentadora de deportes para la BBC e ITV. Un oficial de protección real le dio un golpecito en el hombro y le dijo: "¿No estará tomando fotografías de la duquesa? Ella está aquí a título privado".
Jones expuso en Telegraph su indignación: "Le dije al de seguridad que era una locura y que incluso si hubiese tratado de fotografiar a la duquesa, tendría una imagen borrosa de su oreja derecha. Había cientos de personas con sus cámaras. Por eso le dije: '¿Has pensado en hablar con alguna de esas cámaras de televisión?' Me pareció todo un poco incómodo".
Detrás de la duquesa de Sussex se sentaron su asistente personal y un oficial de prensa del palacio de Buckingham, así como varios guardias de seguridad.
Markle, que llevaba un sombrero y una chaqueta blanca, fue vista riendo y aplaudiendo mientras observaba a Williams asegurar su lugar en la tercera ronda del campeonato.
Jones dijo que el guardaespaldas de Meghan parecía "avergonzado" cuando ella le contestó que en realidad estaba tomando una foto de Serena Williams y le explicó que no se había dado cuento de la presencia de la duquesa hasta que él le dijo que estaba allí.
Un espectador intentó tomarse una selfie pero fue detenido por un guardaespaldas de Markle. El hecho quedó registrado por una de las tantas cámaras ubicadas en el court.
El famoso presentador Piers Morgan se mostró molesto con la actitud de Markle. En su programa n dijo a la audiencia: "¿Una visita privada en Wimbledon? Esto es tan ridículo. Es hipócrita y no son personas privadas, son el duque y la duquesa de Sussex".
En contraste, Kate Middleton, quien es miembro honoraria y patrona del prestigioso club, se mostró feliz de sentarse entre la multitud.
¿El segundo bebé "Sussex" en camino?
Puede que solo hayan dado la bienvenida a su hijo Archie hace más de ocho semanas, pero es posible que Meghan Markle y el príncipe Harry ya estén pensando en el segundo bebé.
En una entrevista con Entertainment Tonight, la autora real Katie Nicholl afirmó que la pareja podría estar planeando darle a Archie un hermano tan pronto como el próximo año.
Acerca de si el duque y la duquesa de Sussex tendrán otro hijo pronto, Nicholl dijo: "Creo que es probablemente un poco prematuro hablar de un segundo bebé. Dicho esto, fuentes cercanas a la pareja me dijeron que realmente les encantaría tener una gran familia".
Describiendo a la pareja como "padres increíbles", la experta agregó: "Absolutamente quieren hermanos para Archie, así que posiblemente tendremos un anuncio de embarazo para Meghan y Harry el próximo año. Pero por el momento, el foco está, obviamente, en Archie".
El sábado, el duque y la duquesa de Sussex celebraron el bautismo de su hijo en una ceremonia íntima en Windsor. No permitieron al público formar parte del evento y se negaron a revelar los nombres de los padrinos del niño.
La decisión de no permitir el acceso a la prensa causó enojo y controversia en el Reino Unido debido a la reciente revelación de que el hogar de la pareja, Frogmore Cottage, fue renovado con 2,06 millones de dólares (2,4 millones de libras) de dinero de los contribuyentes.
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