Las labores de renovación de la nueva casa del príncipe Harry y Meghan Markle, que se prolongaron por seis meses, costó 2,4 millones de libras de fondos públicos (USD 3,05 millones), según las cuentas anuales de la familia real británica, publicadas este martes.
Como cada año, Buckhinham Palace publicó los gastos a los que ha hecho frente la familia real británica y la lista habría pasado desapercibida de no ser por los 2,4 millones de libras públicas que costó la reforma de Frogmore Cottage, la nueva casa de los duques de Sussex.
Inmediatamente, los titulares de los diarios digitales y redes sociales se han revolucionado tachando de culpable a Markle a quien califican de "ostentosa" e "hipócrita" al formar parte de numerosas organizaciones benéficas que luchan contra la pobreza
Tras conocerse el dinero destinado a la reforma de la vivienda, el polémico presentador Piers Morgan así como ciudadanos comunes se mostraron molestos en las redes sociales y aseguraron que los gastos, aprobados por la reina de Inglaterra, no era necesarios.
En un extenso editorial en el Daily Mail, Morgan se preguntó: "¿Por qué los contribuyentes pagan millones a los súper ricos Harry y Meghan "Kardashian" Markle para que renueven su mansión solo porque no se llevan bien con Wills y Kate?"
Todo indica que los duques de Susses enemistados con el príncipe William y su esposa Kate Middleton decidieron dejar el palacio de Kesington para irse a Windsor.
Frogmore Cottage, una residencia compuesta de cinco unidades separadas muy cerca del castillo de Windsor, a unos 34 kilómetros al oeste de Londres, se convirtió en una sola propiedad para que vivan los duques de Sussex y su bebé Archie, nacido el 6 de mayo.
"Las infraestructuras obsoletas fueron sustituidas para garantizar el futuro a largo plazo de la propiedad", que data del siglo XIX, justificó en rueda de prensa el encargado de la gestión de las cuentas reales, Michael Stevens.
Las obras incluyeron el remplazo de las defectuosas vigas de madera del techo que tenía la propiedad y de las del suelo, así como la actualización de ineficientes sistemas de calefacción. La casa también requirió grandes renovaciones en su instalación eléctrica y la instalación de cañerías de gas y agua.
Frogmore Cottage fue un regalo de la abuela de Harry a la pareja. Está en un un recinto donde también se encuentra Frogmore House, lugar donde Harry y Meghan celebraron la fiesta tras su boda el 19 de mayo de 2018.
El experto real Robert Jobson, quien escribió una exitosa biografía sobre el Príncipe Carlos el año pasado, dijo a Good Morning Britain: "Está costando demasiado dinero. Harry y Meghan deberían haberlo visto venir". Incluso los fanáticos de la realeza fueron mordaces con el costo de la reforma: "¡Se están aprovechando de nosotros!".
En total, en el año fiscal 2018-2019, la casa real británica gastó 67 millones de libras (85 millones de dólares) de los 82 millones (104 millones de dólares) recibidos del tesoro británico.
Según Stevens, las 15 millones de libras no gastadas se guardarán para futuras obras en el Palacio de Buckingham, cuya renovación comenzó en 2018 y se prevé que dure seis años.
Los beneficios generados por el patrimonio de la Corona, conocidos por Crown Estate, se ceden al Tesoro británico, en virtud de un acuerdo de 1760. En 2018-2019 representaron 345,5 millones de libras (439 millones de dólares), un aumento del 4,3% con respecto al año anterior.
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