Esta semana el actor mexicanop Pablo Lyle fue captado por paparazzis en Miami, Florida cuando se reunía con sus familiares aunque actualmente se encuentra en arresto domiciliario.
La defensa de Pablo Lyle logró que un juez le autorizara ver más frecuentemente a su familia, hace unos días se reunió con su hermana Silvia Lyle, su cuñado y sus sobrinos en un conocido restaurante, y aunque bastante serio, se le notó tranquilo.
Además de reuniones familiares, Lyle también tiene el permiso para asistir a misa, sin embargo el juez asignado al caso no accedió a la petición más importante que consistía en permitir a Pablo Lyle volver a México para trabajar.
A finales de mayo se supo que Bruce Lehr, abogado del actor, solicitó el permiso para que Lyle viajara a México para trabajar y obtener así el dinero necesario para su defensa, pero le fue negado.
Sin embargo, lo que más llamó la atención fue el argumento que el abogado empleó, pues aseguró que la salida de Lyle de EEUU no representa un riesgo y regresaría a su cita ante la justicia ya que le es imposible esconderse "porque en México es tan conocido como Brad Pitt en Estados Unidos".
El pasado 31 de marzo la vida del actor mexicano dio un giro radical luego de agredir a un hombre de 63 años, llamado Juan Ricardo Hernández, en una carretera en Miami.
Lyle viajaba junto a su familia rumbo al aeropuerto, a bordo del automóvil de su cuñado, pero éste trató de dar una vuelta en "U" y se topó con el vehículo de Hernández.
Ambos conductores se enfrascaron en una discusión y cuando Hernández regresaba a su automóvil, Lyle salió del otro vehículo corriendo, se dirigió al hombre le dio un puñetazo que lo dejó inconsciente.
Días después del ataque, Hernández falleció y los cargos contra Lyle cambiaron, pues fue acusado de homicidio involuntario.
En su audiencia de abril, el juez Alan Fine decidió fijar a Lyle una fianza de 50.000 dólares, así como arresto domiciliario en Miami.
La fiscalía pedía que la fianza fuera de un millón de dólares y que Lyle entregara su pasaporte, además de que se le impidiera acercarse a la familia de Hernández. Además se solicitó que el cargo pasara de homicidio involuntario a asesinato en segundo grado.
Finalmente el juez cambió el cargo a homicidio involuntario y ordenó que Lyle usara un monitor GPS.
El actor se tendrá que volver a presentar en la corte el 11 de julio para que le otorguen la sentencia.