El periodista de la cadena CNN Anderson Cooper se despidió con un emotivo mensaje este martes por última vez de su madre, la socialité neoyorkina Gloria Vanderbilt, quien murió este lunes a los 95 años debido a un cáncer de estómago.
"Al final, después de que todo lo demás es despojado, sólo queda el amor. Mi madre creía en el amor más que nadie. Era su guía, su consuelo, lo que la impulsó, y en sus momentos finales, fue lo que la rodeaba", escribió el conductor en su cuenta de Instagram, acompañado de varias fotos a lo largo de la vida de Vanderbilt.
"'Te amo, lo sabes', me decía, y yo lo sabía, desde el momento en el que nací, y lo sabré hasta el momento en que me muera. Fue el regalo más grande para mí", concluyó Cooper, de 52 años.
Nacida en Nueva York en 1924, Vanderbilt creció en Francia. Su padre, Reginald Vanderbilt, el heredero de una fortuna ferroviaria, murió cuando ella era un bebé. No tenía ni siquiera dos años cuando heredó más dinero del que muchas personas podrían ganar a lo largo de su vida.
Desde entonces, la joven fue el centro de atención: desde la intensa batalla de custodia entre su madre y la enormemente rica hermana de su padre cuando tenía 10 años hasta sus cuatro matrimonios, tres divorcios y el suicidio de uno de sus hijos.
"Cuando era una adolescente, trató de evitar el foco de atención, pero los reporteros y los camarógrafos la siguieron a todas partes", aseguró Cooper. "Estaba decidida a hacer algo de su vida, determinada a hacerse un nombre por sí misma y encontrar el amor que tan desesperadamente necesitaba. Qué vida extraordinaria. Qué madre tan extraordinaria. Qué mujer tan increíble", destacó el periodista.
Cooper fue el encargado de dar la noticia este lunes, la única primicia que el conductor nunca hubiera querido dar. "Gloria Vanderbilt era una mujer extraordinaria, que amaba la vida y la vivía en sus propios términos", dijo Cooper en un comunicado.
"Era pintora, escritora y diseñadora, pero también madre, esposa y amiga. Tenía 95 años, pero si le preguntas a alguien cercano, te dirá que era la persona más joven que conocía, la más genial y la más moderna", señaló.
A lo largo de los años, Vanderbilt fue una de las favoritas de la escena social neoyorkina, pero fue en 1969 cuando sus ilustraciones la llevaron a ser diseñadora de moda, su faceta más exitosa.
Su carrera como diseñadora despegó cuando se asoció con Mohan Murjani, quien introdujo una campaña publicitaria de un millón de dólares en 1978 que convirtió a la marca Gloria Vanderbilt con su sello distintivo de cisne blanco en una sensación.
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En su punto máximo en 1980, generaba más de 200 millones de dólares en ventas. Décadas más tarde, los famosos jeans de la diseñadora y vestidos cortos o largos siguen siendo un elemento básico del vestidor de una mujer.