Edith González ha relatado en múltiples ocasiones que su hija Constanza fue su motivo de vida, además del pedestal para mantenerse fuerte en los altibajos de su vida, primero como madre soltera y posteriormente al lidiar con el agresivo cáncer que finalmente le arrancaría la vida.
La actriz señaló que con ella entendió lo que significa realmente el verdadero amor, el más puro y sincero.
Si bien su vida personal la mantuvo bajo un estricto secretismo, se le conocieron algunos romances, como con Demián Bichir, sin embargo no le interesaba tampoco que la vincularan con nadie.
En 2004, protagonizó el melodrama Mujer de madera, del productor Emilio Larrosa, pero tuvo que abandonar la telenovela a los tres meses a causa de su embarazo, siendo sustituida por Ana Patricia Rojo. El 17 de agosto de ese mismo año nació su hija Constanza.
Varias revistas de espectáculos especularon sobre la identidad del papá, pero nadie se atrevía a afirmarlo.
Después del nacimiento de Constanza, se rumoró que el padre de la hija de Edith era Santiago Creel Miranda, sin embargo, ni la actriz ni el político mexicano confirmaron o desmintieron tal información en ese momento.
Pasaron cuatro años para que se revelara el secreto. Una revista de espectáculos publicó una copia del acta de nacimiento de la niña y, efectivamente, aparecía el nombre del político del Partido Acción Nacional.
Tras el escándalo, Santiago Creel confirmó la información: "Quiero decir que esa es un acta auténtica y que he reconocido que Constanza es mi hija y aquí con ustedes quiero dar la cara", dijo para un diario nacional.
Sin embargo, su amor verdadero llegó posteriormente con el empresario y politólogo Lorenzo Lazo Margáin, se casaron el 24 de septiembre de 2010 en el colegio Nuestra Señora del Pilar.
Lazo Margáin fungió como la figura paterna de Constanza, sin embargo, Edith siempre fue la guía para su hija, se enorgullecía en todo momento de ella, y solía compartir cómo trataba de enseñarle gran educación, cómo ser un buen ser humano, los valores de amor y respeto hacia la vida.
Constanza fue un sostén muy importante para Edith cuando se enteró en 2016 que padecía cáncer de ovario, además de durante todo el tratamiento, de las quimioterapias y de la operación que le llevaron a cabo.
"Un día antes de entrar al quirófano pensé: 'Si muero, ¿cuál es la última imagen que quiero que tengan de mí?', y Constanza me sacó tomándome en video, cantando y bailando, feliz. El mundo no se acaba aunque se acabe".
"Nadie me quita mi alegría de vivir, que tiene nombre y apellido: se llama Constanza", dijo la actriz sobre su hija.
"Hasta el último suspiro hay que vivirlo con amor, con intensidad", reflexionaba constantemente la famosa actriz mexicana.