A Thalía le gusta divertirse y sus publicaciones en Instagram no hacen más que demostrarlo, pues lo mismo puede impulsar un reto, bailar ante la cámara o compartir increíbles historias.
La más reciente de esas historias tiene que ver con el bochornoso momento que vivió al interior de un baño público.
"Cariños, ustedes no saben, me acabo de meter a un baño público y el olor iba más allá de cualquier parámetro legal", explicó la estrella mexicana en Instagram stories.
"No puede ser, se hizo físico un olor, me lo estoy comiendo, lo estoy sintiendo. Ese baño era bravísimo, ya huimos de él, era una cosa", añadió Thalía.
Pero no es la única ocasión que la cantante ha llamado la atención por sus publicaciones en Instagram. Apenas hace un par de semanas compartió imágenes mientras se realizaba tratamientos de belleza para acudir a la MET Gala. También dejó ver cómo le ponían aplicaciones de pedrería en uñas de pies y manos.
En noviembre del año pasado, la cantante decidió acudir al cine, pero al llegar a su butaca se dio cuenta que estaba manchada y como nadie quiso limpiarla ella colocó unas bolsas de plástico para poder sentarse.
"Me metí al closet donde están todas las cosas sucias, para limpiar me agarré una bolsa porque el asiento que me tocó está asqueroso, lleno de grasa, de comida, de hot dog y no lo quisieron limpiar", relató.
Aunque se notaba la molestia de Thalía ante la situación, al final posó divertida sentada sobre las bolsas.
Sin embargo su momento de mayor gloria en Instagram ocurrió un día en que, según relató ella misma, se sentía muy desanimada y se puso un traje rosa con flecos.
La estrella mexicana preguntó a sus seguidores: "¿Están ahí, mis vidas? ¿Están ahí? ¿Me oyen? ¿Me escuchan? ¿Me oyen? ¿Me sienten?". Después comenzó a mover los flecos de su mono mientras decía algunas frases más como si las estuviera cantando:
"Yo estoy feliz, feliz, feliz, feliz de que los tengo, de que los tengo, tengo, tengo. Gracias, TIKI, gracias, TIKI, tikitikitin, tikitikitin, tikitikitin, takatakatan, ¡los amo! Bye, bye, bye". El video pronto se hizo viral e inspiró el #tikitikichallenge.
En una entrevista con Galilea Montijo, la cantante habló del origen del famoso video. "Fue una mañana donde me levanté muy cansada, de esas mañanas donde no me quería levantar, estaba desanimada, en un día de esos que todos tenemos y quien te diga que no, es una mentira".
"Vi ese vestido, me lo puse, el pelo lo traía de terror, me puse una cosa en la cabeza para que hiciera bulto. Agarré el selfie stick y ya me puse a hablar y cantar como todos los videos que hago toda mi vida, todo el tiempo", añadió.
La cantante mexicana dijo que ese clip le alegró la vida, "porque me di cuenta que no soy la única loca suelta en la vida, no soy la única que anda sin correa, que camina en contracorriente, no soy la única sino que hay millones que hicieron click en esa locura y aquello se descontroló".
Otra de sus "locuras" recientes fue #ElDonaChallenge. A bordo de su automóvil, Thalía tomó una dona de la caja que abrió su marido, Tommy Mottola y para sorpresa de sus seguidores la devoró de un bocado.