En pleno Día de las madres fueron homenajeados los mexicanos Manolo Caro y la actriz Angélica Aragón, quienes recibieron el premio Xcaret por su labor y trayectoria dentro de la industria cinematográfica iberoamericana dentro de las primeras actividades de los Premios Platino.
En un exclusivo resort de la Riviera Maya, se congregó la prensa nacional e internacional para inaugurar la sexta entrega de los galardones creados por la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales (EGEDA), en colaboración con la Federación Iberoamericana de Productores Cinematográficos y Audiovisuales (FIPCA) que premia a lo mejor del cine.
Fue la actriz Angélica Aragón la primera en agradecer el reconocimiento a su labor actoral: "Yo nací dentro del cine, soy hija de un hombre, José Ángel Espinoza Aragón, profundamente enamorado de este país que vivió en una época en la que se hicieron muchas coproducciones interesantes en el país, que los vincularon con el resto del mundo".
Con el ganador en sus manos, la también productora y directora de 65 años de edad, recordó aquel tiempo en el que las producciones cinematográficas representaba una labor titánica -que en ocasiones podía llegar a tardar más de ocho meses en su rodaje-, que comparó con el momento en el que se vive en la actualidad, en donde las nuevas generaciones de cineastas están contribuyendo en el enriquecimiento y el posicionamiento del patrimonio fílmico de habla hispana a través de su trayectoria.
Tal es el caso del segundo homenajeado, el creador y director de tan solo 34 años, productor de la serie "La casa de las flores" y de la cinta "La vida inmoral de la pareja ideal", Manolo Caro, quien agradeció la estatuilla que se le entregó en Xcaret, un lugar que recordó con cariño y que aseguró que lo vio crecer.
"Gracias por lo del joven Manolo porque también cuando empiezan a llegar los reconocimientos hay una sensación de que también uno va creciendo y se agradece el reconocimiento del camino andado", comentó alegre el mexicano que recientemente dio la noticia de que
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El soplón o estatuilla que se les entregó a los homenajeados es una representación del dios de viento realizado por las manos de artesanas de la región de San Francisco, Ozomatlan en el estado de Guerrero. La pieza de madera es tallada a mano en busca dell acabado final. Así mismo es un digno símbolo del arte huichol y que representa a la cultura mexicana, combinada con el séptimo arte.