A los 61 años, Sharon Stone se animó para la edición portuguesa de Vogue posar en topless y a recrear su famosa pose en Bajos Instintos (en la que no llevaba ropa interior), película que consolidó su carrera y la llevó a ser una de las mujeres más sexies de Hollywood.
Stone deslumbró en una sesión fotográfica para la edición de mayo de Vogue Portugal, donde fue fotografiada con el pecho desnudo acostada en el agua y sentada en un sofá.
La editora de la revista, Sofía Lucas, dijo que la primera portada fue censurada en Instagram porque Stone mostraba sus pezones, por lo que se tuvo que hacer una segunda editada.
La reconocida intérprete también fue fotografiada sentada con las piernas abiertas, una clara referencia a la famosa escena de Bajos Instintos, que protagonizó con Michael Douglas. Esta vez, no mostró sus partes íntimas y se tapó con unas panties negras.
Aunque Stone ha protagonizado una variedad de películas aclamadas por la crítica, como Total Recall y Casino, el punto máximo de su carrera de tres décadas fue posiblemente la película de 1992 de Paul Verhoeven. La provocativa escena de cruce de piernas interpretada por Stone fue llamado "el momento más pausado" en las películas y se convirtió en uno de los momentos más famosos de la historia del cine.
Aunque la actriz afirmó que había sido engañada por el director, Paul Verhoeven, para filmar la escena del interrogatorio, él insistió en que ella estaba al tanto de sus intenciones.
Sharon, nacida en Pennysylvania, hizo su debut en el cine como extra en Stardust Memories de Woody Allen en 1980, cuando tenía 22 años. Actualmente está filmando la serie Ratchet, una adaptación de la novela de One Flew Over the Cuckoo's Nest de Ken Kesey, para Netflix.
El ícono de Hollywood recientemente protagonizó la serie TNT Mosaic y también está programado que sea parte de la próxima serie, The New Pope, de la cadena HBO.
Stone se divorció dos veces y parte de su vida está dedicada a la crianza de sus tres hijos:"Soy una madre soltera con tres hijos adoptados, y ha sido un gran privilegio criarlos".
Antes del movimiento #MeToo, de la lucha por la igualdad de género en Hollywood, antes de que las voces femeninas se elevaran como nunca antes, la actriz intentó jugar en la industria con sus propias reglas y desprecia la etiqueta de símbolo sexual que "carga" hace años: cuando le preguntan sobre qué significa para ella, asegura que "es poca cosa".
Stone no asume ser sex symbol, y se compara con una de las leyendas de Hollywood: "Estoy segura de que Marilyn Monroe tampoco hablaba de esa manera en la vida real", señala a título de ejemplo. "Pero ella aprendió las reglas del juego".
"Las mujeres no están, francamente, representadas como son en realidad, como pensamos y sentimos. La mayoría de las películas son escritas por hombres, realizados por hombres, creadas por hombres, con la mentalidad masculina", opinó Stone sobre cómo todavía los estudios no cuentan buenas historias sobre las mujeres pese a los últimos cambios.
Lo que la maternidad no cambió- aseguró a la reconocida publicación- fue su capacidad de sentirse atractiva. Según su visión, eso es muy diferente a ser un sex symbol: "Es otra cosa, completamente diferente. Y sí, sé que todavía soy sexy ".
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