El príncipe Harry tuvo una pelea con uno de sus viejos amigos después de que éste le aconsejara que no se apresurara a casarse con Meghan Markle, según nuevos reportes.
Si bien inicialmente se creía que Harry abandonó a su amigo Tom "Skippy" Inskip por sus travesuras y fiestas en su época de rebeldía que le trajeron grandes problemas con su familia, ahora los tabloides ingleses señalan que la verdadera razón fue que se distanció de él después de que Inskip pusiera en duda las buenas intenciones de la ex estrella de Suits.
Una fuente a The Sun indicó que Tom "Skippy" Inskip, el leal amigo de Harry, según se dice, le aconsejó a Harry que no se case con Meghan y ha pagado el precio: el destierro.
"Al igual que muchos otros que se consideraron una influencia cuestionable sobre Harry durante sus días de soltero, Tom ha sido dejado de lado, a pesar de que ahora él está casado", dijo el informante. "Todo es parte del plan silencioso de Meghan con la vieja pandilla de Harry", continuó la fuente. "No quiere que él tenga algún tipo de tentación".
El príncipe Harry y Markle asistieron a la boda de Inskip en 2017.
Inskip no fue la única persona cercana al príncipe Harry que mostró preocupación en medio de su torbellino romance con Markle. Al parecer, el príncipe William le dijo a su hermano menor que tomara las cosas con calma. "William estaba bastante preocupado de que la relación se hubiera movido tan rápido", afirmó la experta real Kate Nicholl. "Creo que lo que se entendió como un consejo fraternal bien intencionado solo irritó a Harry".
"Harry es muy protector con Meghan", continuó Nicholl en declaraciones a la prensa local. "Lo vio como una crítica, interpretó que su hermano no estaba realmente detrás de este matrimonio, esta unión. No creo que las cosas hayan estado bien desde entonces", añadió.
Los duques de Sussex esperan su primer hijo a fines de abril o principios de mayo.
De acuerdo a la revista People, Markle decidió no dar a luz en St. Mary's Hospital, lugar elegido por la duquesa de Cambridge, Kate Middleton, para el nacimiento de sus tres hijos. Todo indica que la pareja real optó por un centro médico cercano a Frogmore Cottage, su nueva casa en los terrenos de Windsor, donde se mudarán en los próximos días.
Los futuros padres eligieron vivir a una hora de Londres, en un refugio más discreto y pequeño que el palacio de Kensington. Además, decidieron tener su propia oficina de prensa.
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