Irina Baeva quería ser actriz desde que era una niña, pero sus padres le pidieron que estudiara una carrera "más seria". Ella aceptó y aunque se inscribió en periodismo, la vida le daría a la joven rusa la oportunidad de conseguir su sueño: viajó a México y se convirtió en estrella de telenovelas.
Con una carrera de apenas poco más de tres años, Irina ya puede presumir de haber protagonizado un par de telenovelas, una de ellas fue Vino el amor, donde actuó al lado de Gabriel Soto, quien hoy es su pareja y con quien se ha visto envuelta en un escándalo de infidelidad.
Desde que Gabriel Soto anunció su separación de Geraldine Bazán, la actriz rusa fue señalada como la causante de la ruptura. Ninguno de los involucrados profundizó en el tema y en octubre de 2018 Bazán y Soto quedaron oficialmente divorciados.
La semana pasada Irina y Soto aparecieron en la portada de la revista ¡Hola!, en donde compartieron su historia de amor, pero la felicidad que mostraron -parece- fue opacada por un video que Bazán publicó esta semana y en donde aseguró que Soto sí le fue infiel con Irina.
Bazán comentó que decidió hacer pública esa información para que la gente sepa la verdad y quién es quién en la historia. La actriz mexicana relató detalles como el que Irina constantemente publicaba mensajes en redes para que ella notara que Soto le era infiel y, por tanto, para lastimarla.
Irina reaccionó emitiendo un comunicado en el que dijo que la situación la estaba haciendo pasar como la "mala del cuento", pero que lo aceptaba con la frente en alto y esperaba que el tiempo pusiera todo en su lugar.
"Vine a México con un sueño: estudiar, prepararme y trabajar como actriz en proyectos que me apasionen", escribió Irina.
Y así fue. Baeva (nacida el 25 de octubre de 1992 en Moscú) tenía el sueño de ser actriz. A los 18 años le dijo adiós a su país para buscar una oportunidad en México.
Pero el plan de Irina venía gestándose desde años antes. En una entrevista que reprodujo ¡Hola!, Irina comentó que su sueño empezó cuando vio la telenovela Teresa, pues era seguidora de las producciones mexicanas.
Baeva decidió aprender español y se servía de esas producciones para practicar el idioma.
"En Rusia pasaba horas y horas haciendo ejercicios de gramática, viendo novelas mexicanas, leyendo libros, traduciendo canciones, entre otras cosas. Fácil unas 8 horas diarias. Tuve la paciencia y disciplina suficientes así que llegué a México hablando el idioma sin problema alguno", declaró la actriz a People en Español, en 2016.
Irina se enteró de que muchos actores de telenovelas habían estudiado en el Centro de Educación Artística de Televisa (CEA) y decidió escribir a la escuela para saber si podía inscribirse siendo rusa.
Le respondieron que sí y Baeva se dio de baja en la escuela de periodismo, comenzó a trabajar y medio año después ya estaba en México. Hizo audición en el CEA, se quedó, realizó la carrera de tres años y en 2015 obtuvo su primera oportunidad en Muchacha italiana viene a casarse.
"La verdad es que hasta para mí es un enigma el porqué de mi decisión. Creo que fue algo que me nació. Una corazonada, como dicen aquí. Fue de las mejores decisiones de mi vida", dijo Irina a People sobre su viaje a México.
En 2016 le llegó el protagónico de Vino el amor y ahora, enfocada en su carrera, Irina salió a responder al escándalo de infidelidad en el que se vio envuelta para decir "hoy paso la página y comienzo un nuevo capítulo".