La revista estadounidense Entertainment Weekly reunió en una divertida producción de fotos al elenco de La boda de mi mejor amigo a más de dos décadas del estreno de la película, que ya es todo un clásico entre los fanáticos de la comedia romántica.
De acuerdo a la publicación, Julia Roberts, de 51 años, y Dermot Mulroney, de 55 años (íntimos amigos en la vida real), llegaron juntos a la producción fotográfica en Los Ángeles e inmediatamente se unieron a Cameron Diaz, de 46, y Rupert Everett, de 59 años.
La misma Julia Roberts fue la encargada de compartir la portada de Entertainment Weekly. "Qué divertido pasar el día con algunos de mis mejores amigos", escribió la actriz.
La exitosa película, dirigida por P. J. Hogan, recaudó a nivel mundial casi 300 millones de dólares. Narra la historia de Julianne (Roberts) una crítica gastronómica que decide sabotear el matrimonio de su mejor amigo Michael (Dermot Mulroney) con la joven Kimmy (Cameron Diaz) cuando se da cuenta de que está perdidamente enamorada de él.
Roberts y Dermot Mulroney volvieron a trabajar juntos recientemente para el thriller Homecoming de Amazon Prime. Fue el debut televisivo de la estrella de Hollywood.
En declaraciones a la revista, Mulroney incluso se conmueve hasta las lágrimas cuando recuerda de la comedia romántica de 1997: "Pienso en estos chicos todos los días. La gente se me acerca y menciona esta película todos los días desde hace 22 años".
La producción se filmó en Chicago en 1996 bajo la dirección de Hogan, con un guión del ganador del Oscar Ronald Bass (Rain Man). Fue el regreso al género de Roberts tras Mujer Bonita y le proporcionó un papel principal a Diaz, quien hizo su debut en 1994 en The Mask.
En 2017, Hogan reveló que la audiencia odiaba tanto el personaje de Roberts que la quería muerta, pero el estudio quiso un desenlace feliz para ella. "Estaban muy nerviosos, porque estábamos haciendo una película de Julia Roberts y no podía terminar sola e infeliz", explicó.
No querían que la protagonista de la comedia romántica terminara sola, así que decidieron que encontrara consuelo en brazos de otro hombre, aunque fuera gay.
El director, entonces, decidió darle más tiempo en pantalla a George (Rupert Everett), el alegre y carismático confidente de Julianne, que humaniza al personaje de Roberts.
Así, ocho meses más tarde, Roberts estaba de nuevo en el set (con una peluca para cubrir su reciente corte de pelo) para rodar el nuevo final. "Con esta escena del baile final, la audiencia perdona a Julianne. En solo cinco minutos, fuimos capaces de que la gente olvidara toda la película y le tomara cariño al personaje que ha odiado durante una hora y media", confesó Hogan, que también dirigió filmes como Loca por las compras y Peter Pan.
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