Juana Amanda Seux Ramírez nació en Paraguay en 1948 pero creció en Argentina, por lo que cuando desde que llegó a México en 1976, siempre se le identificó como argentina, incluso por su acento al hablar.
"Wanda Seux" era diferente a las demás vedettes. Su propuesta era más cercana a los espectáculos de Las Vegas y París, con número similares a los de Liza Minelli en "Cabaret" o Shirley MacLaine en "Gipsy".
Sus vestuarios eran hechos por los modistos del Teatro Nacional en Argentina y se hacía acompañar por bailarinas con las que cambiaba su show cada seis meses, "porque el público merecía respeto y si yo ganaba muchísimo dinero, lo menos que podía hacer era retribuirle con un gran espectáculo".
"Prácticamente llegué a innovar lo que era la vedette en México, fui un parteaguas. Había muy buenas vedettes, pero pobres. No tenían producción y la mía era de USD 9.000. En aquel entonces, un departamento en México costaba USD 10.000, por lo que ya se pueden imaginar la calidad de mi show", dijo Seux a la prensa mexicana en 2016, durante la presentación de la cinta "Bellas de noche".
Cheques, viajes, casas…
Además de apariciones en el cine, Wanda Seux era la estrella del Bar Capri en el Hotel Regis, el Folies Bergère y el Marraquesh, en la época donde la vida nocturna en Ciudad de México se extendía durante toda la semana y no se escatimaba en gastos.
Wanda recuerda que los políticos de la época acudían a los espectáculos de la vedettes y les regalaban cheques. "A mí me decían: 'ponle los ceros que quieras'. Pero nunca lo hice porque seguramente me iban a cobrar el favor y yo no estaba para conceder favores, yo ganaba muy bien con mi trabajo, no necesitaba hacer cosas extras".
Decían que cobrábamos por hacer todo, pero nuestro único pecado fue haber sido las estrellas de la vida nocturna del país. Aquellas a las que no sólo querían ver los hombres, pues las mujeres también nos admiraban
Wanda compró casas, y el resto de su dinero se lo dio a su madre para que recorriera el mundo.
La vida después de los reflectores
En la película "Bellas de noche", Wanda Seux comentó que vivía modestamente. "No tengo lujos, los he tenido, ya los he disfrutado, pero ahora con que Dios me mande para comer, que no les falte a mis perros y mis tratamientos", confesó la ex vedette, quien ha confesado que todo su dinero se lo gastó su mamá.
Recordó que en sus mejores tiempos, con dinero y fama, su principal lujo no eran joyas o excesos… "Mis lujos eran hacer feliz a mi mamá, que ella viajara, mientras yo me dedicaba a trabajar y trabajar. Esa era la felicidad para Amanda y para Wanda Seux.
Así como llegaron las riquezas, se me fueron, pero lo preferí a irme por el camino fácil. La vida me enseñó que el vago se muere de hambre, pero si tienes una educación en la que sabes lo que es bueno y lo que es malo, sales adelante y yo sigo aquí
Sin embargo, cuando la vida nocturna decayó en México y ante la falta de trabajo, la vedette no tenía para comer. Con tal de sobrevivir, trabajó como empleada doméstica de sus amigas.
Enferma y sin trabajo
Wanda Seux fue diagnosticada con cáncer de mama en 2010, y dos años después venció la enfermedad. En 2018 sufrió un infarto al corazón y seis infartos cerebrales. Tras varias semanas hospitalizada, logró sobrevivir, y con ayuda de sus amigos y de donaciones, pudo solventar los gastos.
Se decía que tenía una hija en Argentina, pero su íntimo amigo Alfredo Cordero confirmó que no la adoptó, sino que fue de "palabra" y por cariño. Wanda no tiene familiares y sólo se apoya en sus amistades.
Fueron sus amigos quienes, después de sus problemas de salud en 2018, la ayudaron a colocar a sus perros con familias que los cuidan tanto como Wanda lo hacía.
En diciembre pasado apareció en el programa mexicano "Ventaneando" y celebró que después de no poder hacerlo, ya recuperó el habla. "Voy bien, nada más que tengo que apoyarme con una silla de ruedas, ando en rehabilitación. No tengo nada más que agradecer. Volví a nacer".