La familia real británica acudió este martes a la misa de Navidad en la iglesia de Sandringham House, este de Inglaterra, pero sin el duque de Edimburgo, marido de la reina Isabel II, ni Camilla, duquesa de Cornualles, esposa del príncipe Carlos.
Como es tradición, Isabel II y su familia más cercana asistieron al servicio religioso en la iglesia de Santa María Magdalena, ubicada en los terrenos de la residencia de Sandringham, donde la reina pasa todos los años las fiestas de fin de año.
Isabel, de 92 años, llegó acompañada por uno de sus hijos, el duque de York.
En su mensaje navideño que será emitido esta tarde, la reina Isabel II de Inglaterra recomienda "respeto" ante las opiniones diferentes para facilitar el "entendimiento", algo que los medios británicos interpretan como una llamada de atención por las divisiones del Reino Unido por el Brexit, según adelantó el palacio de Buckingham.
"Incluso ante las diferencias más profundas, tratarse con respeto y como ser humano, es siempre el primer paso hacia un mayor entendimiento", resaltará la jefa de Estado.
En el corto recorrido entre la mansión de Sandringham y el templo religioso se pudo ver al príncipe Carlos, heredero de la corona británica, con sus hijos y nueras, los duques de Cambridge, William y Kate Middleton, y los de Sussex, Harry y Meghan Markle.
Tanto la duquesa de Cambridge como la de Sussex conversaron de manera animada en el camino a la iglesia a pesar de las conjeturas de que la relación entre ellas es difícil.
Kate llevaba un vestido rojo festivo con un sombrero y zapatos haciendo juego, mientras que Meghan optó por un vestido azul marino profundo y un abrigo de Victoria Beckham.
Harry y Meghan anunciaron recientemente que se mudarán de Kensington a Frogmore Cottage en Windsor a principios del próximo año, antes del nacimiento de su primer hijo.
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