Ariana Grande grabó un segmento especial con James Corden para Halloween, el pasado mes de agosto cuando participó del "Carpool Karaoke". En el episodio emitido el miércoles la intérprete reveló que es fanática de la Noche de las Brujas.
"Me encanta que me asusten. Me parece muy divertido".
La cantante y el conductor decidieron ir a un "escape room", un juego de aventura físico y mental que consiste en encerrar a un grupo de personas en una habitación donde deben solucionar enigmas y rompecabezas para ir desenlazando una historia y conseguir escapar antes de que finalice el tiempo disponible.
Aunque Grande aseguró que había frecuentado a decenas de estos lugares y en un principio quiso ingresar primera y liderar el juego, la experiencia resultó ser muy distinta a lo que la artista estaba acostumbrada y rápidamente se salió de control.
El lugar estaba ambientado como un colegio pupilo abandonado con las paredes manchadas de sangre, luces que se prendían y apagaban y actores vestidos con disfraces espeluznantes.
"Me dijiste que esto era un escape room no un pasaje al infierno", manifestó la cantante aterrorizada. "¿Qué es esto?".
La situación se tornó aún más miedosa después de que Grande logró completar el rompecabezas final. En ese momento ingresó gateando en el cuarto oscuro un hombre sin rostro que empezó a correr detrás de los famosos. Al intentar escapar, la cantante de God is a woman se tropezó y cayó al piso lesionándose la mano.
"He ido a más de 300 escape rooms y eso no es un escape room, es una de las siete puertas al infierno", declaró la estrella al regresar al Carpool Karaoke con la herida vendada.
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