Kate Middleton, con un look impecable, en las afuera del hospital St. Mary, solo unas horas después de dar a luz, es un mensaje ficticio sobre la maternidad, según la actriz Keira Knightley, quien criticó esas apariciones por establecer una expectativa poco realista para otras mujeres.
La actriz, de 33 años, le dio la bienvenida a su hija, Edie, justo un día antes de que la duquesa de Cambridge, Kate, diera a luz a su segunda hija, la princesa Charlotte, en 2015.
La mañana del 2 de mayo, después de que Kate dio a luz a Charlotte, ella y el príncipe William salieron del hospital y mostraron a su bebé ante la prensa. Radiante, la monarca usó un vestido floreado, de color amarillo, maquillaje y zapatos de tacón alto, y su cabello estaba perfecto.
Knightley recuerda su experiencia, que parece diferir de la de Kate, en un ensayo titulado "The Weaker Sex", que aparece en la colección Feminists Don't Wear Pink (And Other Lies), un proyecto liderado por la escritora y cofundadora de The Pink Protest, Scarlett Curtis.
"Nos paramos y miramos la pantalla del televisor. Kate estaba fuera del hospital, siete horas después de dar a luz, maquillada y con tacones. Esa es la cara que el mundo quiere ver", escribió Knightley, según recoge el sitio Refinery29.
Y es entonces cuando Knightley se muestra más contundente: "Ocultas nuestro dolor, nuestros cuerpos divididos, nuestros senos goteando, nuestras hormonas furiosas. No lo muestres. No lo cuentes. Quédate quieta con tu bebé en brazos y que te saquen fotos un grupo de fotógrafos hombres".
La protagonista de Orgullo y prejuicio, a través de esta crítica a Kate Middleton, ha querido reflejar cómo la sociedad exige a las mujeres que recuperen su cuerpo anterior cuanto antes, incluso horas después de dar a luz a un hijo.
Knightley no escatima detalles en el mencionado ensayo sobre cómo fue el nacimiento de su hija. Enumera con crudeza cada uno de los detalles físicos, como cuando su hija quiso mamar de su pecho y el dolor que sintió. Todo esto para concluir que las mujeres no son precisamente el sexo débil.