Ben Affleck está en pleno proceso de recuperación en un centro de rehabilitación por su adicción al alcohol tras una nueva recaída. Pero no está solo en este duro momento personal. Su ex mujer y madre de sus tres hijos, Jennifer Garner, lo está acompañando e incluso participa de las sesiones de terapia del actor, que pronto recibiría el alta médica.
De acuerdo con una fuente del sitio estadounidense Radar Online, Garner y Affleck rompieron en llanto tras una dura pero reparadora charla de dos horas a puertas cerradas.
El ganador de dos premios Oscar se mostró vulnerable y se sinceró con quien fuera su esposa por más de una década. Durante la brutal conversación, Ben le reveló su affaire con la niñera de sus hijos, Christine Ouzounian, con quien había sido fotografiado en varias oportunidades tras el anuncio de separación de los actores en 2015.
"Él y Jen terminaron en lágrimas al final de su primera sesión, en la que Ben habló sobre sus aventuras", dijo la fuente, al señalar que "abrió muchas heridas".
Afflck quiere hacer un "borrón y cuenta nueva" con Garner por el bien de sus hijos. "Este es el último capítulo triste en el viaje de rehabilitación de Ben", añadió el informante.
A pesar de las emociones intensas, el director, de 46 años, parece estar listo para salir adelante. "Está con terapeutas que le dijeron que sacar todos sus secretos incómodos con sus seres queridos es clave para su eventual recuperación", dijo el informante.
Affleck había estado bebiendo solo durante días en su casa de Los Ángeles antes de que Garner lo recogiera y lo llevara al centro The Canyons, en Malibú, el pasado 22 de agosto.
Al parecer, la estrella recayó en el alcohol después de separarse de Lindsay Shookus, una productora de Saturday Night Live con quien llevaba más de un año de relación."Se hundió en el lugar más oscuro, hasta que alguien le tendió la mano", dijo una fuente a People.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: