La nueva película del mexicano Alfonso Cuarón, un drama familiar en blanco y negro sin celebridades, está a un mundo de distancia literal y metafóricamente de su última obra, "Gravedad", el filme del espacio repleto de efectos especiales protagonizado por Sandra Bullock y George Clooney.
Pero el director ganador del Oscar dice que quiere que ambas películas se vivan en la pantalla grande, incluso cuando hizo "Roma", que se estrenó el jueves en Venecia, para Netflix.
"Sabemos perfectamente bien que este tipo de filme, un filme en español, en blanco y negro y en lengua mixteca, un drama y no un filme de género, es muy difícil que encuentre los espacios donde pueda tener una exhibición amplia", dijo Cuarón, en referencia a que los estudios tradicionales de Hollywood probablemente no respaldarían estos trabajos, incluso de un director de su prestigio.
Aunque no tiene ninguna de las asombrosas tomas de ciencia ficción de "Gravedad", su nuevo filme es terriblemente hermoso, filmado en formato 65 mm, con largas secuencias cinematográficas de una Ciudad de México ambientada en 1970 y espectaculares paisajes del mar y la tierra.
"Obviamente, la situación ideal sería un cine con una gran pantalla", dijo Cuarón.
“Lo importante es que el filme tenga un impacto (…) La película existe y por lo tanto estoy muy agradecido con Netflix porque me ha permitido trabajar de esta manera”, agregó.
"Roma" será estrenada en cines, pero el hecho de que sea difundida al mismo tiempo online la vuelve inelegible para competir en el todavía más prestigioso Festival de Cine de Cannes en mayo, por la insistencia de Francia a que pase un tiempo largo antes de que los filmes estén disponibles para ver en casa.
Con información de Reuters
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