Rose McGowan es también, junto a miles de mujeres anónimas, una de las personalidades famosas del movimiento que permitió hacer públicos los abusos sexuales contra las mujeres. Cobró impulso además a partir de la denuncia de Asia Argento cuando en Cannes acusó al megaproductor Harvey Weinstein de haberla violado allí mismo años antes.
Pero algo cambió en las últimas horas en McGowan al enterarse por The New York Times que la mujer en la que confió parte del liderazgo del #MeToo había incurrido en algo similar a lo que había cuestionado: los arreglos extrajudiciales para tapar violaciones, abusos sexuales, ataques deshonestos y otras variantes de poder sexual contra una víctima.
Es que el diario neoyorquino reveló que Argento había acordado pagarle 380 mil dólares a Jimmy Bennett por haber tenido sexo con él cuando apenas tenía 17 años cuando la edad de consentimiento en California es de 18.
McGowan dijo estar devastada por la noticia. "Conocí a Asia Argento hace diez meses. Nuestra similitud es el dolor compartido de ser atacados por Harvey Weinstein. Mi corazón está roto. Continuaré mi trabajo en nombre de las víctimas de todo el mundo", indicó la mujer en su cuenta de Twitter.
I got to know Asia Argento ten months ago. Our commonality is the shared pain of being assaulted by Harvey Weinstein. My heart is broken. I will continue my work on behalf of victims everywhere.
— rose mcgowan (@rosemcgowan) August 20, 2018
McGowan recibió cientos de mensajes de aliento luego de su comunicado. Algunos, además, también transmitían la misma sensación de frustración al conocer las novedades que habían llevado a Argento a pagar dinero para el silencio de una propia víctima.
Pero uno particularmente le reprochó que no la cuestionara como lo hacía con los hombres a los que acusaba. "Tu corazón debería mostrar la misma indignación que ha mostrado hacia los hombres que han agredido sexualmente a mujeres. No se puede indignar por uno y no por el otro", le indicó un usuario identificado como Barry Leavitt.
Your heart better be more than broken. You should be displaying the same outrage you've displayed at men who have sexually assaulted women. Can't be outraged at one and not at the other.
— Barry Leavitt (@TheBarryLeavitt) August 20, 2018
McGowan también es una víctima de los abusos sexuales. Fue violada por Weinstein al igual que su ex amiga Argento. Y lo narró de manera brutal en su libro Brave.
El Monstruo -como la actriz llama a Weinstein– la empujó hacia su habitación en el hotel en el que se encontrarían para hablar de trabajo. La llevó a la fuerza hacia donde estaba el jacuzzi, le sacó la ropa que llevaba y la sentó al borde de la tina. Abrió sus piernas y comenzó a practicarle sexo oral mientras se masturbaba.
"Me congelé, como una estatua", reconoce en las páginas de Brave. La víctima indicó además que fingió placer y no se resistió violentamente para darle una rápida conclusión al desagradable evento.
El encuentro sexual de Argento con el actor menor de edad ocurrió en 2013 en un reconocido hotel de Marina del Rey, California. En ese entonces la actriz tenía 37 años y su víctima, 17. Allí, sin consentimiento según los documentos a los que tuvo acceso el periódico de Nueva York, ella lo forzó a tener sexo.
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