Kevin Spacey enfrenta varias acusaciones de abuso sexual, tres de las cuales fueron presentadas en Londres y que datan desde 1996 y están siendo investigado por Scotland Yard.
Las denuncias en su contra podrían causar el fracaso de su más reciente filme, Billionaire Boys Club, ya que al parecer nadie en la industria de Hollywood quiere estar vinculado con el actor.
"No he visto que le hagan ningún tipo de publicidad; pareciera que el estudio está minimizando sus pérdidas", reveló el productor de cine Gavin Palone a The Post. "Parece que están desechando la película", añadió.
La película que se estrena en video bajo demanda el martes y llegará a los cines el 17 de agosto prácticamente no ha recibido ningún tipo de promoción.
"Las películas hay que promocionarlas para que sean exitosas", dijo Palone y agregó: "Nadie va a mandar a Kevin Spacey para que vaya al Today Show o al programa de Colbert".
Sin embargo, Spacey está presente en al menos uno de los tráilers del filme y es la primera vez que aparece públicamente en meses desde que visitó una clínica de rehabilitación sexual en Arizona en el 2017.
"Hizo lo mejor que podía hacer bajo las circunstancias: Desaparecer del panorama", reveló una fuente cercana a Spacey, "Ha sido muy difícil para él porque la actuación era su vida".
Luego de que el actor fue acusado de abuso sexual por varios hombres, incluyendo al actor Anthony Rapp de Rent, el director Ridley Scott tomó la decisión de borrarlo de la película, All the Money in the World y grabó las escenas nuevamente con Christopher Plummer en remplazo de Spacey a un costo de USD. 10 millones de dólares.
Esta opción no era viable en el caso de Billionaire Boys Club, cuyo presupuesto total era de USD 15 millones.
Spacey es el nombre más destacado del elenco del filme, el cual está integrado por otros actores más jóvenes como Ansel Elgort (Baby Driver) y Taron Egerton (Kingsman).
Dadas las circunstancias, un reconocido publicista de Hollywood insistió que no perdería el tiempo con entrevistas para promover la cinta.
"Yo no recomendaría hacerle publicidad a la película", declaró y remarcó que el tema de Spacey no dejaría espacio para hablar de otra cosa. "No funcionaría tampoco prohibir que se hagan preguntas de Spacey porque ningún periodista aceptaría esa condición".
Vertical Entertainment, distribuidor del filme, explicó en un comunicado porqué han decidido seguir adelante con el estreno:
"No es ni fácil ni insensible tomar la decisión de estrenar esta película en cine, pero creemos en darle la posibilidad al elenco así también como a los cientos de personas que formaron parte del equipo de producción de ver su trabajo finalizado y que llegue a la audiencia".
El publicista también señalo que esto le "da la posibilidad al estudio de recuperar parte del dinero que fue invertido. Será un caso interesante para determinar si la gente puede separar al actor de su trabajo en la pantalla grande".
En cuanto al futuro profesional de Spacey, cuya última participación en Broadway fue en el 2007, un director de casting considera que podría tener una segunda oportunidad: "Una cosa que no se le puede quitar es su talento", argumentó el experto.
Sinembargo, un productor de Hollywood no cree que la carrera de Spacey pueda sobrevivir el escándalo, "No creo que ningún estudio, ni los de China (donde el actor es extremadamente popular), puedan ofrecerle un papel a Spacey hasta que se resuelvan todas las investigaciones o se cierren los casos. Es imposible asegurar un filme bajo estas circunstancias y existe la posibilidad de que tu estrella no pueda estar presente para apoyar el filme si se encuentra en juicio".
Sin embargo, de acuerdo con el publicista todavía existe una pequeña esperanza para el famoso: "A corto plazo, Spacey no tiene posibilidades. Pero en algún momento, una producción independiente quizás se arriesgue con él pero no creo que eso suceda por el momento".
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