Nombres en clave, locaciones secretas, guiones que se autodestruían a las 24 horas… fueron algunas de las prácticas que utilizó la producción de "Game of Thrones" para que la temporada final del exitoso show quede en total hermetismo.
Respecto a la teoría de que se habían grabado varios finales del programa para evitar filtraciones y spoilers indeseados, Maisie Williams (Arya Stark) desterró esa idea en una entrevista en el programa de Jimmy Kimmel. "Cuando lo escuché pensé inmediatamente: 'No creo que tengamos el presupuesto para filmar muchos finales diferentes", afirmó .
Sin embargo, Sophie Turner reveló lo que realmente sucedió para mantener oculta la historia de la temporada ocho: los guiones se borraban y nunca se imprimieron.
"No nos daban nada en formato físico. Lo teníamos en una aplicación. Nos enviaban nuestra parte de la escena que íbamos a rodar al día siguiente, así que teníamos que aprenderlo todo el día anterior", contó Turner, que encarna a Sansa Stark.
Una vez leído el guión, "desaparecía a las 24 horas y ya nunca más se podía acceder a él. ¡Era más estricto que la seguridad de la Casa Blanca!", bromeó.
Esta afirmación de Turner concuerda con lo que el actor Nikolaj Coster-Waldau (Jamie Lannister) dijo hace unos meses en una entrevista a Esquire. "Son muy, muy estrictos. El nivel de este año es de locos", aseguró entonces. "De hecho, recibimos los guiones y filmamos la escena; solo los tenemos digitalmente, y cuando has terminado la escena, simplemente desaparecen. Es como Misión Imposible", comparó el actor.
Las restricciones no solo afectaron a los actores. Según reveló Turner, aquellas personas que visitaban el rodaje "tenían stickers en las cámaras de sus móviles para no poder tomar fotos".
Asimismo, los nombres de cada uno de los actores del elenco de la serie estaban escritos en clave para que nadie supiera quién estaba realmente en el set ese día.
Hasta el nombre de la propia serie fue bautizada con un nombre falso para engañar a los curiosos que pasaban por los lugares de rodaje.
Williams marcó recientemente el final de la filmación con una sangrienta publicación de Instagram, Turner se hizo un tatuaje para conmemorar su tiempo en la serie y Emilia Clarke escribió una nota emocional desde Belfast.
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