El veterano de Hollywood, Anthony Hopkins, confesó que hace más de dos décadas que no habla con Abigail, su única hija, hoy de 48 años. Pero el actor dijo no importarle estar distanciado de su primogénita.
Cuando se le consultó si su hija, una actriz y directora de teatro que cambió su apellido a Harrison, ya lo había hecho abuelo, el actor contestó displicentemente: "No tengo ni idea. La gente se separa. Las familias se dividen y, ya sabes, 'sigue con tu vida'. La gente toma decisiones. No me importa. Hace frío. Porque la vida es fría".
Harrison fue criada por su madre, la primera esposa de Anthony, Petronella Barker, después de que la pareja se divorció cuando ella tenía tan solo cuatro años.
Padre e hija se volvieron a encontrar en los 90 en dos películas, Shadowlands y The Remains Of The Day. Sin embargo, rápidamente se distanciaron nuevamente.
Anthony, de 80 años, quien protagoniza la adaptación de la BBC de King Lear que se estrena la semana próxima, afirmó que ni siquiera sabe dónde vive su hija.
Como en la tragedia de Shakespeare, "a los niños no les gustan sus padres, no es necesario que se amen", dijo en una entrevista a Radio Times.
Anthony también acusó a Hollywood de ser "insidioso" y "tóxico".
El actor, que ganó un Oscar por su papel de Hannibal Lecter en The Silence Of The Lambs, vive en Malibú, California, con su tercera esposa, la vendedora de antigüedades colombiana Stella Arroyave, de 62 años.
"Ella es muy buena conmigo. Se preocupa porque trabajo demasiado. Seguiré trabajando, otra cosa no sé hacer. Me retiraré cuando se me caigan los dientes y el pelo", afirmó.
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