Pintado en 1889, tan solo un año antes de su muerte, Van Gogh creó Vue de l'asile durante su ingreso voluntario en el sanatorio de Saint-Remy, donde intentó paliar los problemas mentales que lo habían llevado un año antes a cortarse una oreja.
Aunque solía pintar las bucólicas vistas que veía desde el hospital, cuando tenía un buen día sus cuidadores lo acompañaban al exterior y en una de esas excursiones pintó este óleo, el único de los 150 que creó en Saint-Remy que retrata el hospital desde fuera.
El cuadro colgó en el salón de Elizabeth Taylor desde 1963 hasta su muerte en 2011, tras la cual se subastó por 16 millones. Ahora, seis años después, la obra ha duplicado con creces su valor.
La subasta de arte moderno incluía obras de Malevich, Brancusi, Matisse, Miró, Picasso, Léger o Giacometti. Los 40 lotes fueron vendidos por un total de 416 millones de dólares.
Sin embargo, la obra más cotizada de la subasta fue Suprematist Composition (1916), del pintor vanguardista Kazimir Malevich, al venderse por 85,8 millones de dólares, un récord para el artista ruso.
Se trata de uno de los cuadros más icónicos de Malevich, que revolucionó San Petesburgo (y el mundo del arte al completo) cuando en 1915 presentó sus obras abstractas y repletas de figuras geométricas, en las que en lugar de representar algo real o verosímil decidió crear su propio universo.
También hubo récord para el escultor rumano Constantin Brancusi, cuyo retrato en bronce de la escritora Nancy Cunard, La jeune fille sophistiquée (1932), se vendió por 71 millones de dólares.
Era la primera vez que la escultura se ponía a la venta desde que una familia, los Stafford, la comprase sin intermediarios al artista, y se trata de una de las pocas piezas de bronce de Brancusi que conserva su base de mármol y no está en un museo.
Nancy Cunard, la musa de la escultura, era hija de un noble y una rica heredera, y pese a su origen aristocrático se destacó por su ayuda al bando republicano en la Guerra Civil española y su activismo contra el racismo, que abrazó tras un romance con un afroamericano.
Un Miró, Femme entendant de la musique, alcanzó los 21,7 millones de dólares; mientras que Le grand déjeuner de Léger se subastó por 19,4 millones; un Giacometti, La Clairière, se vendió por 15,8 millones y un Matisse, Odalisque, mains dans le dos, por 14,4.
El principal reclamo de la noche, Le Marin, de Picasso, valorado en 70 millones, no llegó a exhibirse, después de que Christie's anunciase el domingo que se había dañado accidentalmente mientras lo preparaban para su venta.
(Con información de EFE)