La exitosa productora de Harvey Weinstein, acusado de haber abusado sexualmente de decenas de mujeres, se declaró en bancarrota tras el fracaso de las negociaciones para vender sus activos a un grupo inversor. La demanda contra The Weinstein Company del fiscal del Estado de Nueva York, Eric Schneiderman, terminó por hundir las negociaciones para la venta.
La acumulación de escándalos sexuales en quien fue uno de los amos y señores de Hollywood llevaron a los responsables de la firma a establecer conversaciones para la venta, que se estimaba en unos 500 millones de dólares.
La operación era para evitar la bancarrota tras las acusaciones de 70 mujeres –mayoritariamente actrices y que incluyen denuncias de violación– contra el productor.
"La compañía Weinstein ha intentado una venta activa con la esperanza de preservar los activos y los empleos" de la empresa, pero "hoy esas conversaciones han concluido sin lograr firmar un acuerdo", aseguró la firma a través de un comunicado en los diarios San Francisco Chronicle y Los Angeles Times.
"Por ello, su único camino viable y la mejor opción para maximizar el valor de la firma es un proceso ordenado de bancarrota", dice el comunicado recogido por la agencia Reuters.
El estudio lleva desde diciembre conversaciones para cerrar un acuerdo con un grupo de inversores que lidera Maria Contreras-Sweet, que había ofrecido USD 500 millones para hacerse con el control de la firma y su intención era formar un consejo integrado solo por mujeres.
Pero la demanda de Schneiderman contra Weinstein, su hermano Robert y el consejo de administración de la compañía por crear un clima laboral que viola de manera flagrante los derechos civiles dejó todo en suspenso. "Si algún comprador quiere hacer lo correcto, debe compensar y proteger a las víctimas", declaró el fiscal del Estado de Nueva York, "es una obligación legal de cualquier corporación".
LEA MÁS: