Pese a que en la actualidad disfruta de su éxito como actriz gracias al suceso de la serie dramática The Crown, tuvo que dar una dura batalla para llegar a donde está.
Así lo reveló en una entrevista con el diario The Sun, donde se sinceró por primera vez sobre el tumor ocular que estuvo a punto de desfigurar su rostro cuando tenía solo 17 años.
"Fue horrible y me tuvo muy debilitada durante mucho tiempo, pero por otro lado me hizo darme cuenta de que debía luchar por el tipo de vida que quería tener", confesó.
El grave problema de salud hizo a la actriz británica más fuerte y le dio más confianza en sí misma: "Si no me hubiera pasado, posiblemente no habría sido capaz luego de sacar el coraje que necesitaba para apostarlo todo a mi deseo de estudiar teatro".
Mientras que unos años antes una artritis la había obligado a desechar la idea de ser bailarina de ballet, Foy no dejó que el cáncer terminara también con su sueño de ser actriz. "Me siento afortunada de tener una cara. Tuve que tomar esteroides durante un año y medio y eso te hace ganar mucho peso y te deja la piel muy deteriorada", recordó sobre el duro tratamiento al que se sometió.
Foy tuvo que lidiar de nuevo contra la enfermedad, en esta ocasión, de su marido, el también actor Stephen Campbell Moore, de 38 años. En 2016, durante el rodaje de la segunda temporada de The Crown, los médicos diagnosticaron a Campbell Moore con cáncer cerebral. Aunque finalmente resultó ser un tumor benigno y todo salió bien, Foy llegó a pensar que se quedaría viuda.
La pareja, que se casó en 2014, tiene una hija de tres años.
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