La 89.ª entrega de los premios Oscar que tuvo lugar en 2017 será recordada como un ejemplo de lo que no deberá suceder nunca más al momento de hacer entrega del galardón más esperado de la noche.
El papelón protagonizado por los empleados de PriceWaterhouseCoopers que llevó a entregar el premio a la «Mejor película» a La La Land cuando en realidad debía ser para Moonlight, será recordado como uno de los traspiés más embarazosos en la historia de Hollywood.
Debido a un error de organización, los actores Warren Beatty y Faye Dunaway, encargados de proclamar la ganadora, leyeron un sobre equivocado dando por vencedor al musical. Esta fue la primera ocasión en los 89 años de historia de los premios que se produjo una equivocación al entregar una estatuilla.
Con el objetivo de que no se vuelva a repetir semejante yerro, se ha implementado una moratoria al uso de redes sociales para los contadores de la firma encargada de llevar adelante el escrutinio de la entrega de premios más importante del mundo del entretenimiento.
Fotografías tras bambalinas como la que tomada a Emma Stone por Brian Cullinan, señalado como el mayor culpable por la mezcla de los sobres que llevaron a entregar la estatuilla al film equivocado, no serán permitidas bajo ningún punto de vista.
"Nuestro foco estará puesto en la premiación y en hacer entrega de los sobres correctos" aseguró el director para los EEUU de PWC Tim Ryan, en un encuentro donde se compartieron los cambios para el evento que tendrá lugar el próximo 4 de marzo en el Dolby Theatre de la ciudad de Los Ángeles, California.
Por otro lado, representantes de PWC compartieron que Cullinan no formará parte de la 90.ª ceremonia como tampoco lo hará su colega Martha Ruiz, parte del vapuleado equipo que integró la entrega de 2017. Sus reemplazantes, quienes no podrán portar un smartphone, serán acompañados por un tercer contador que se sentará en la sala de control junto a los productores del show.
Los tres memorizarán todos los ganadores de la noche y cada uno tendrá su propio juego de sobres. También serán obligados a participar de los ensayos que tendrán lugar previo al 4 de marzo, con la finalidad de poder practicar y anticiparse ante el posible peor escenario.
"Nos tomó mucho tiempo responder al error del año pasado" compartió Tim Ryan de PWC. "Por lo ensayaremos formalmente todos los desenlaces posibles". Cuando los sobres sean entregados a los presentadores este año, tanto los talentos como el director de escena deberán confirmar que se trata del correcto.
"Se que ahora no hemos dejado ningún cabo suelto. Le debemos eso a la Academia. Más allá de estar conforme con los ajustes hechos y la atención al detalle, nuestro trabajo no concluirá hasta que la cortina se baje" agregó Ryan.
Sin lugar a dudas, todo el mundo estará atento a una de las premiaciones más esperadas de la historia, no sólo por el destape de una infinidad de escándalos de acoso vinculados a la industria, sino por el simple hecho de ver si un papelón similar al del año pasado podría volver a suceder.
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