Doug Jones. Ese es su nombre. 57 años. Podría ser cualquiera. Y es un desconocido para la mayoría de los espectadores que disfrutaron de los films en los cuales tuvo un papel preponderante o secundario. Son pocos quienes logran reconocerlo. Si es que alguien consigue hacerlo. Al entrar a un restaurant -como narra el periodista de Buzzfeed, Adam B. Vary– todos se dan vuelta. Pero no por distinguirlo como una estrella de Hollywood, sino por su particular rostro, su estatura y su extrema delgadez: 1.90 metros y tan solo 65 kilogramos.
Pero lo que nadie sabe es que por encima -no detrás- de esa cara están una multitud de personajes que supo interpretar en su larga carrera. En sus 30 años de trayectoria Jones realizó papeles en 150 películas. Entre ellas, algunas multipremiadas y elegidas por el público. Hellboy, Buffy The Vampire, Pan's Labyrinth, Batman Returns, Hocus Pocus… fueron algunas de las obras de culto en las que aportó su talento maquillado. Y ahora en la popular Star Trek: Discovery y The Shape of Water, ganadora de premios en el Festival de Venecia.
"Soy contratado porque soy alto, flaco y con otros talentos, pero los que hacen efectos especiales de criaturas aman a los flacuchos porque pueden armar sobre ellos y hacerlos voluminosos", se sincera Jones. Sin embargo, el particular actor indica que su sueño era otro pero que la industria lo fue colocando en los papeles que lo hicieron (no) famoso. "Yo era un tipo tonto que se relacionaba con Jerry Lewis y Dick Van Dyke y La Isla de Gilligan. Pensé que sería uno de ellos. Nunca me puse a hacer trabajo de disfraces. No sabía que realmente era una opción dentro de la carrera".
Su primer éxito, sin embargo, no vino del cine, sino de las hamburguesas, según explica Vary en su artículo. Es que fue McDonald's quien lo contrató para una campaña que resultaría un éxito nacional. En ella presentaba productos nocturnos de la compañía –Mac Tonight– con una máscara con la forma de la luna que cubría la totalidad de su rostro. Pero a pesar del éxito, debió luchar con su ego. En las compañías a menudo le decían -o le insinuaban- que podía ser reemplazado por cualquier otro, ya que su cara no era visible.
Pero sin duda, recuerda, la que le dio impulso a su carrera fue su participación -tras una máscara, desde luego- en Batman Returns, la película de Tim Burton, quien personalmente eligió a Jones para un papel que él creía secundario pero que le abrió las puertas a otras grandes películas.
El director Guillermo del Toro vive deslumbrado con Jones. Es por eso que lo elige para sus películas. "Creo que él es, si no el más comprometido, uno de los actores más comprometidos con los que he trabajado. Lo he visto sangrar literalmente. Como en The Angel of Death, el mecanismo que movía las alas y los ojos en esa criatura era tan pesado que le rompía la piel, debajo del traje, debajo del maquillaje, debajo de todo. Y Doug siguió trabajando hasta que terminamos ese día. Tengo admiración perpetua por eso".
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