A la actriz israelí Gal Gadot no le son indiferentes los escándalos de acoso sexual en Hollywood. La protagonista de Wonder Woman había amenazado con no participar en la secuela de la película de Patty Jenkins si el productor Brett Ratner seguía ligado al proyecto.
Según informó Page Six, Gadot había condicionado su participación en la película si Warner Bros desvinculaba a Ratner, acusado por media docena de mujeres de acoso sexual, entre las que se encuentran las actrices Olivia Munn y Natasha Henstridge.
Al parecer, lo consiguió. La respuesta de Warner Bros. fue el cese del contrato con la productora RatPac Entertainment, fundada por el director de Rush Hour y Red Dragon en 2006.
En la entrevista con NBC, Gadot destacó que "se ha escrito mucho sobre mis puntos de vista y la forma en que me siento, y todos saben cómo me siento porque no estoy ocultando nada".
"Hay mucha gente involucrada en hacer esta película, no soy solo yo, y todos se hicieron eco de los mismos sentimientos. Todos sabían lo que era correcto hacer", añadió.
A pesar de la ambigua declaración, sí es un hecho que tanto la actriz como el equipo de producción no estaban a dispuestos a trabajar con Ratner, quien ha negado las acusaciones.
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