El culto que se ha desarrollado en torno al cantante mexicano Juan Gabriel después de su muerte, el 28 de agosto de 2016, muestra una serie de símbolos cristianos para conformar la figura de un santo popular, principalmente entre la comunidad homosexual.
El cantante cumpliría este 7 de enero 67 años, por lo que un grupo de expertos de diferentes instituciones de educación superior en México analizó su influencia en la cultura popular y en sectores generalmente marginados como personas de bajos recursos y con distintas preferencias sexuales.
A este ídolo del pueblo le atribuyen la capacidad de poder "educar sentimentalmente" a la población en un país machista que también hizo suyas sus canciones y lo sigue idolatrando después de su muerte.
"En la vida de Juan Gabriel hay una clara geografía que tiene que ver con la tradición cristiana, en el sentido de que nació en un lugar pobre, fue encarcelado, vivió carencias, martirio, y más tarde logró el éxito, tuvo miles de seguidores y fue amado", señaló Renée de la Torre, Antropóloga Social y Profesora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS-Occidente).
La investigadora refirió que "hay muchos elementos que empiezan a aparecer que apuntan a que estamos viendo el nacimiento no sólo de una estrella consumada, sino de lo que puede ser un santo popular".
Hay muchos elementos que apuntan a que estamos viendo el nacimiento no sólo de una estrella consumada, sino de lo que puede ser un santo popular
En México, como en otros países, es común el culto a los llamados santos populares, ciudadanos comunes y corrientes no reconocidos por la Iglesia que después de su muerte empezaron a ser venerados por la gente, que acude en su búsqueda para hacerles todo tipo de peticiones. Uno de los más populares es Jesús Malverde, el "santo de los narcos", quien tiene una capilla en Culiacán, Sinaloa (Noroeste).
La santidad de Juan Gabriel
El cantante se caracterizó por hacer obras de caridad, construir albergues, su reclamo por el derecho al amor e incluso por apoyar durante toda su vida a políticos del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), quienes lo ayudaron en más de una ocasión con sus problemas de pago de impuestos para evitar la ejecución de órdenes de aprehensión en su contra.
"En un México machista, una sociedad terrible para ser homosexual, él es capaz de educar sentimentalmente a la población. Juan Gabriel canta su experiencia de desamor que seduce de tal forma que los heterosexuales se la apropian; el clóset de Juan Gabriel –el no admitir abiertamente sus preferencias sexuales- sirvió para universalizar las ideas de su música, para que un público heterosexual aprenda a amar con estas formas poéticas, pero a la vez mantener su chiflido homofóbico", consideró Héctor Domínguez Ruvalcaba, profesor de la Universidad de Texas en Austin.
En un México machista, una sociedad terrible para ser homosexual, él es capaz de educar sentimentalmente a la población
Una de las características de los mexicanos es su cercana relación con la muerte a la que suelen adorar cada 1 de noviembre. "El Divo de Juárez", como se le conocía, también enseñó a sus seguidores a entender este fenómeno como un momento de liberación.
"Solía abordar la eternidad y la muerte como un momento liberador, el cual llevaba a la trascendencia, por lo que, si uno analiza lo que sucedió durante sus exequias en todo el país, se pueden encontrar exvotos, que expresan que él se va, pero será el lazo con el más allá y la eternidad. Los temas de las canciones se convierten también como en una especie de plegaria, y uno se puede preguntar qué tanto los seguidores del cantante se pueden considerar devotos", analizó De la Torre.
Fernando Huerta, profesor Investigador de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, apuntó que el cantante enriqueció a una nación que había exaltado los principios de la sexualidad como principios viriles, pero "por ser priista se le perdonó su condición de género ambigua, y así pudo cantarles a los presidentes, les hacía campañas, y les decía a su público que votaran por este u otro candidato".
Sobre su legado altruista, la investigadora del CIESAS, Patricia Ravelo, resaltó la importancia que tuvo la Casa Hogar para niños "Semjase" que el cantante abrió en Ciudad Juárez (Norte), en un contexto en el que la guerra contra el crimen organizado, del 2008 al 2012, dejó a 20.000 niños huérfanos, y que tuvo que cerrar por falta de fondos: "Quisiera que hubiera muchos Juan Gabriel que pudieran atender a estos niños".
Cuestionó por qué el gobierno municipal de Ciudad Juárez no apoyó esta Casa Hogar, tal como hacía con la condonación de impuestos en plantas maquiladoras, "el gobierno de Estados Unidos ayudaba al albergue al permitir que los niños entraran sin visa a su territorio y acudieran a las tiendas K-Mart donde se les permitía elegir los juguetes que ellos quisieran".
La muerte de Juan Gabriel conmocionó a millones de personas alrededor el mundo. Presidentes como el de Estados Unidos, Barack Obama, expresó sus condolencias a México. Sus funerales duraron más de una semana ante el constante flujo de personas que buscaban darle el último adiós.
Ahora, reiteran los académicos, va rumbo a convertirse en un santo popular, no reconocido por la Iglesia, pero sí adorado por el pueblo.
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