La imágen de calles cubiertas por un manto blanco del viernes se repitió este sábado. Nuevamente, el noreste de Estados Unidos y el este de Canadá amanecieron con temperaturas polares que han derivado en descensos a niveles récord y condiciones peligrosas para las personas.
Tanto los habitantes como los turistas de Nueva York están acostumbrados a las bajas temperaturas durante los primeros meses del año. Sin embargo, el termómetro de Central Park marcó los -16 grados hoy y obligó a las autoridades a definir que los refugios para personas sin hogar no puedan rechazar a nadie que llegue, a pesar de estar colapsados.
En tanto, en Boston la temperatura bajó hasta los -34 grados y este viernes las escuelas debieron cerrar por precaución luego de que las autoridades recomendaran a las personas no salir de sus hogares a menos que sea estríctamente necesario.
El servicio meteorológico local de Maine mostró que allí la sensación térmica fue aún menor, superando los -50 grados en la pequeña ciudad de Frenchville, fronteriza con Canadá. En ese sentido, el monte de Washington -el pico más alto del noreste del país, en el estado de New Hampshire- registró un nuevo récord de -78 grados esta noche del viernes, según el Servicio Meteorológico de Estados Unidos (NSW sus siglas en inglés).
Según el sitio especializado The Weather Channel, la cifra más baja registrada hasta entonces en este sitio famoso por tener uno de los peores climas del mundo, había sido de -74 grados.
Stehpen Baron, del NSW, explicó que ésta fue una “intrusión ártica” y que “a veces en el invierno la corriente en chorro desciende y la oscilación ártica permite que el aire frío llegue a nuestra zona durante uno o dos días”.
Ante esta situación, las autoridades instaron a la población a permanecer en sus hogares y, de salir al exterior, exponerse el menor timpo posible a la intemperie dado que se sufre riesgo de congelamiento.
Si bien la mayoría de las personas siguieron las advertencias de los expertos, algunos se vieron obligados a salir de todas formas.
Gin Koo, de 36 años, quien se puso tres camisas y una chaqueta de plumas, además de un sombrero y un gorro, comentó a la agencia AP: “No recuerdo que alguna vez hubiera hecho tanto frío. No desde 2015″. Por su parte, Paul Butler, de 45 años, vive en las calles de Boston desde que fue desalojado en diciembre de 2021 y se resguardó en South Station, que las autoridades mantuvieron abierta durante la noche para que las personas sin hogar tuvieran un lugar para permanecer calientes.
Estas bajas temperaturas dejaron, este viernes, a un bebé muerto en Southwick, Massachusetts. También, los fuertes vientos derribaron una rama sobre el vehículo de una mujer de 23 años en Winstead, Connecticut, quien debió ser llevada al hospital con lesiones graves.
En Canadá se registraron temperaturas muy similares. El Ejecutivo incluso emitió alertas por el frío extremo en gran parte de Quebec y las provincias marítimas, donde se alcanzaron los -40 y -50 grados según las regiones.
En el aeropuerto internacional de Montreal, durante la madrugada, la temperatura bajó hasta los -29 grados aunque la sensación térmica fue significativamente menor, de -41 grados.
Esta situación llevó a un récord de consumo de electricidad en Quebec durante el viernes, por lo que la compañía Hydro Quebec pidió a los usuarios reducir en uno o dos grados la calefacción y utilizar el agua caliente de manera moderada.
Las autoridades dispusieron, también, que se habilitaran refugios para personas sin hogar o quienes no puedan calefaccionar adecuadamente sus hogares aunque usuarios en las redes sociales han denunciado que ante la rápida saturación de estos sitios muchos quedaron a la intemperie.
Por otro lado, las bajas temperaturas obligaron a los organizadores del Carnaval de Quebec a posponer del viernes al sábado el inicio del festival por el riesgo de congelación al que se exponían los asistentes.
El NWS informó, igualmente, que se espera que la temperatura aumente este domingo.
(Con información de AFP y AP)
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