Estados Unidos acusó este martes a Rusia de incumplir el Nuevo START, el último tratado nuclear entre ambos países.
Joe Biden fue quien llevó a cabo la acusación en un informe que el Departamento de Estado envió al Congreso y en el que se dio cuenta de la situación del acuerdo. En el documento, el Presidente estadounidense detalló, entre otros, que Moscú no permitió el ingreso de sus técnicos al territorio ruso para realizar las debidas visitas.
Por la parálisis que generó en todo el mundo la pandemia del coronavirus, las inspecciones de armamento nuclear sobre el terreno se vieron pausadas en 2020. Sin embargo, con la vuelta a la normalidad, Estados Unidos intentó reanudar estas importantes visitas que, nuevamente, se vieron difucltadas en 2022 por el estallido de la guerra en Ucrania y las limitaciones de viajes entre los países.
Ante estos fallidos intentos de retomar lo acordado, el Gobierno de Biden acusó formalmente a Rusia de no cooperar e incumplir el tratado.
El Departamento de Estado explicó, a su vez, que la negativa rusa a las inspecciones constituye una “amenaza” hacia la capacidad de Estados Unidos para ejercer algunos de los derechos sobre el control de armamentos de contempla el Nuevo START. Especialmente, precisaron, “amenaza la viabilidad del sistema de control de armamento entre Estados Unidos y Rusia”.
Por otro lado, Estados Unidos denunció otros incumplimientos del Kremlin por fuera de estas visitas. Se trata de la celebración de una comisión bilateral sobre el tratado que también forma parte de las obligaciones enumeradas en el documento.
Al respecto, Rusia ha argumentado que no se dan las condiciones para la celebración de las reuniones de esa comisión bilateral y apunta contra la retórica y las acciones de Estados Unidos, quien se ha posicionado en el último año como el mayor suministrador de armamento a Ucrania. En ese sentido, Moscú acusa a Biden de una provocación constante.
Previo a esta denuncia, este martes Estados Unidos y Rusia habían reanudado los contactos en lo que respecta al control de armamento con encuentros en Moscú aunque podría tratarse de un acercamiento poco fructífero dado que, este lunes, el viceministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Ryabkov, delcaró a la agencia de noticias estatal RIA que Moscú podría contemplar la posibilidad de salirse del tratado sobre control de armas nuclearer en 2026.
“Es un escenario bastante posible”, comentó sobre las amenazas de no extender el START dada la “derrota estratégica” a la que -considera- Estados Unidos conduce a su país en Ucrania.
El tratado Nuevo START fue firmado en 2010 y prorrogado por otros cinco años en 2021. Los entonces presidentes Barack Obama y Dmitri Medvédev coincidieron en la necesidad de este documento que limita el número de ojivas nucleares de largo alcance que tanto Estados Unidos como Rusia puede tener desplegadas. Esta cifra fue pactada en 1.550.
Asimismo, quedaron restringidos la cantidad de vehículos y sistemas de lanzamientos que ambos países pueden tener desplegados y en reserva.
De todas formas, la clave del tratado radica en otra cláusula, casualmente la denunciada por Biden. El escrito dispuso un régimen de verificación que permite asegurar que estos límites estén siendo respetados por ambas partes firmantes.
Así, tanto Estados Unidos como Rusia pueden llevar a cabo hasta 18 inspecciones al año sobre los arsenales nucleares del otro sin dar apenas tiempo al país receptor para prepararse. Los técnicos deben anunciar 32 horas antes de su llegada a destino y, una vez allí, comuincan el sitio a examinar. El mismo debe ser respetado por las autoridades receptoras.
(Con información de EFE y Reuters)
Seguir leyendo: