El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, condenó este viernes durante una llamada con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el “horrendo atentado terrorista” frente a una sinagoga de Jerusalén Este, en el que un palestino mató a siete personas.
“El presidente dejó claro que se trató de un ataque contra el mundo civilizado”, dijo la Casa Blanca en un resumen de la llamada, agregando que Biden también “subrayó el férreo compromiso de Estados Unidos con la seguridad de Israel.”
El Gobierno de EEUU ofreció este viernes su ayuda a Israel para llevar ante la Justicia a los autores del ataque contra una sinagoga de un asentamiento israelí situado en el Jerusalén Este.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ordenó a su equipo de seguridad nacional que se ponga en contacto con sus interlocutores israelíes para ofrecer “todo el apoyo adecuado” para atender a los heridos y “llevar a los perpetradores de este crimen horrible ante la justicia”, aseguró la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
“EEUU extenderá todo su respaldo al Gobierno y el pueblo de Israel”, afirmó Jean-Pierre en un comunicado, donde condenó el “atroz ataque terrorista que tuvo lugar esta noche en una sinagoga en Jerusalén”.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, también condenó con firmeza el ataque terrorista en Jerusalén y destacó como “particularmente odioso” que ese atentado haya tenido como blanco un lugar de culto y “en el mismo día en que se conmemora el Día del Recuerdo del Holocausto”.
Añadió que “nunca hay excusa para los atentados terroristas: todos deben ser condenados con claridad y rechazados”, según un comunicado emitido pocas horas después de conocerse el ataque.
Entretanto, la Unión Europea a través del comisionado de Vecindad y Ampliación del bloque, Oliver Varhelyi, aseguró que “no hay explicación para el “terrorismo” y trasladó su pésame a las familias de las víctimas.
“No puede haber explicación para el terrorismo. Mi más sentido pésame a las familias. Estamos con Israel”, reiteró el comisionado europeo en su misiva.
El ataque armado ocurrió en los alrededores de una sinagoga en Neve Yaakov, en Jerusalén Este. El palestino disparó desde un automóvil a un edificio utilizado como templo judío, matando al menos a siete personas e hiriendo a algunas más.
Tras ello, el sospechoso se dio a la fuga hacia el barrio palestino de Beit Hanina, donde fue neutralizado por agentes de la Policía israelí mientras intentaba huir a pie del lugar.
Los medios israelíes The Jerusalem Post, The Times of Israel y Kan señalaron que el atacante fue identificado como Alkam Khairi. Tenía 21 años y no tenía antecedentes de delitos relacionados con el terrorismo.
El ministro israelí de Seguridad Nacional, Ben Gvir, acudió poco después al lugar de los hechos. Le siguió el primer ministro Benjamin Netanyahu, que fue recibido por una multitud que coreaba “Muerte a los árabes”, según indicó un corresponsal de la agencia de noticias AFP.
Por su parte, el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, que se encontraba de visita familiar en Estados Unidos, interrumpió su viaje y regresó a Israel, según informó su oficina a la AFP.
(Con información de EFE, AFP y Europa Press)
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