El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunirá con el líder republicano de la cámara baja, Kevin McCarthy, para pedir que los legisladores opositores voten para aumentar el límite de la deuda y negociar sobre los recortes de gasto.
“El presidente lo ha dicho muchas veces, aumentar el límite de la deuda no es una negociación, es una obligación que tiene este país y sus líderes para evitar el caos económico”, expresó la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre en un comunicado.
El mandatario también hablará con McCarthy, presidente de la Cámara de Representantes, sobre el plan de los legisladores republicanos de poner los recortes a prestaciones sanitarias como condición para incrementar el techo de gasto.
“Vamos a tener un debate claro sobre dos visiones distintas de país: una que recorta la Seguridad Social y otra que la protege”, sentenció la portavoz.
El ex presidente Donald Trump instó este jueves a los republicanos de la Cámara Baja a no modificar los beneficios de la Seguridad Social ni de Medicare, este último un programa de cobertura sanitaria para los mayores de 65 años.
EEUU alcanzó el jueves el límite de deuda, que en la actualidad es de 31,38 billones de dólares.
El techo de deuda es la cantidad total de dinero que el Gobierno está autorizado a pedir prestado para cumplir con sus obligaciones legales existentes y poder pagar los beneficios del Seguro Social y Medicare, los salarios militares, los intereses sobre la deuda nacional, las devoluciones de impuestos y otros pagos.
Cada cierto tiempo, EEUU se acerca al impago de la deuda nacional porque, a diferencia de otros países, el Ejecutivo estadounidense solo puede emitir deuda hasta el límite establecido por el Congreso, que tiene el poder de elevar ese techo según crea conveniente.
Pese a que dicho límite se ha subido en decenas de ocasiones en el pasado, esta vez hay preocupación después de que los republicanos de la Cámara Baja, bajo el control de los conservadores, prometieran que no lo elevarán a menos que Biden acepte recortes en el gasto federal, lo que el presidente ya ha dicho que no va a hacer.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, escribió el jueves en una misiva a los líderes del Congreso que su Departamento ha activado ya “medidas extraordinarias” para pagar las cuentas, pero subrayó que el uso de esas herramientas financieras especiales se extiende hasta el próximo 5 de junio.
Este viernes, un portavoz del Fondo Monetario Internacional aseguró que no aumentar el techo de deuda estadounidense tendría graves repercusiones para el país y la economía mundial, e instó a las partes implicadas a trabajar para resolver el estancamiento.
“La economía mundial se enfrenta a otro año difícil. Habría serias repercusiones si no se aumentara el techo de deuda de Estados Unidos, habría graves repercusiones, tanto para Estados Unidos como a través de efectos indirectos en la economía mundial”, dijo el portavoz en respuesta a una consulta de la agencia de noticias Reuters.
“Animamos firmemente a las distintas partes a construir el acuerdo necesario para resolver este asunto”, agregó.
Yellen, encargada de Hacienda del gobierno del presidente demócrata Joe Biden, había dicho la semana pasada que “el incumplimiento de las obligaciones del gobierno causaría un daño irreparable a la economía estadounidense, los medios de subsistencia y la estabilidad financiera mundial”.
Un default dañaría la credibilidad de Estados Unidos, algo que nunca debería ocurrir, advirtió el presidente ejecutivo del JPMorgan Chase, el principal banco del país.
“Nunca debemos cuestionar la solvencia del gobierno de Estados Unidos”, afirmó Jamie Dimon en una entrevista con la cadena CNBC. “Eso es sacrosanto. Nunca debería suceder”.
El Tesoro comenzará a reducir sus saldos de efectivo y recurrirá a técnicas y herramientas contables para permitir que el gobierno continúe con sus funciones, dijo Mickey Levy, de Berenberg Capital Markets.
(Con información de EFE AFP y Reuters)
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