Estados Unidos urgió este jueves a Turquía a que ratifique cuanto antes la adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN. La solicitud, que ya lleva pendiente varios meses, se vio aún más dificultada luego de que el pasado viernes Ankara exigiera más condiciones a Estocolmo.
En esta oportunidad fue el secretario de Estado Antony Blinken quien mantuvo una llamada telefónica con sus homólogos en Suecia y Finlandia -Tobias Billström y Pekka Haavisto- a fin de reiterarles el completo apoyo de Washington sobre su entrada a la Alianza.
En la conversación, Blinken trasladó a los ministerios de Exteriores de los países nórdicos su “fuerte convencimiento” de que están preparados para acceder a la OTAN.
En ese sentido, la llamada del Secretario estuvo respaldada por un comunicado emitido por el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, aunque en él no hizo mención explícita a Turquía. “Estados Unidos insta a los aliados restantes a que ratifiquen rápidamente su adhesión”, se lee en el escrito.
El pasado viernes, Turquía advirtió nuevamente a Suecia que tiene que cumplir con sus compromisos sobre la lucha contra grupos y personas consideradas terroristas por Ankara si quiere que levante su veto de entrada. Así, le exigió no sólo condenas verbales sino también acciones.
“La presencia y las actividades de la organización terrorista allí continúan (...) Suecia se ha comprometido a impedirlas. Hay una verdad evidente. La organización terrorista y quienes la apoyan quieren impedir que Suecia entre en la OTAN”, señaló entonces el ministro de Exteriores turco, Mevlut Çavusoglu.
Asimismo, Ankara convocó al embajador nórdico en el país para expresarle su descontento sobre una concentración ocurrida ante el Ayuntamiento de Estocolmo en la que un grupo de manifestantes kurdos simularon ejecutar y colgar un muñeco que simbolizaba al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Al respecto, el ministro Çavusoglu apuntó: “No se pueden escapar simplemente condenándolos” verbalmente.
Sin embargo, el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, calificó el hecho de “muy grave” y consideró que su país aún se encuentra en una “buena situación” para que Turquía ratifique su adhesión.
También, días atrás Kristersson explicó que están evaluando los pedidos de Ankara en el marco de las convicciones de su gobierno. “Suecia tiene una legislación sobre extradiciones y nos aferramos a ella. Turquía ha presentado exigencias y se están estudiando de la forma en la que se tienen que estudiar”, mencionó.
Por su parte, la primera ministra finlandesa, Sanna Marin, opinó este martes que se están dando “buenos pasos” en pos de que Ankara levante su veto.
Junto a Turquía, Hungría es el segundo y último país que aún no ha dado el visto bueno para que ambos países nórdicos puedan ingresar en la Alianza Atlántica. Si bien han prometido hacerlo en las próximas semanas, el cese de su veto está pendiente desde que la disposición fue aprobada en la cumbre de la OTAN el pasado junio en Madrid.
(Con información de EFE)
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