Algo que ocurre una vez cada 50 mil años ya es novedoso de por si. Si a la rareza del fenómeno se le suma que se trata de una luz verde inusual en el cielo, entonces la atención de buena parte del mundo está garantizada.
Un rarísimo cometa verde volverá a hacer una visita al nuestro sistema solar y podrá ser visto de manera directa desde la tierra en las próximas semanas.
El cometa es oficialmente llamado C/2022 E3 (ZTF), pero comúnmente se lo conoce como el cometa verde. Por su tonalidad, es probable que no vaya a ser tan brillante como otros famosos cometas que se vieron desde nuestro planeta, como el Halley o el Hale-Bopp.
“La brillantez de los cometas es notoriamente impredecible, pero para el 1 de febrero el C/2022 E3 (ZTF) pudiera ser visto con el ojo desnudo en la oscuridad de los cielos de la noche”, indicaban desde la NASA en un blog.
Con los fenómenos celestiales nunca hay garantía de que puedan ser vistos ya que son muchos los factores en juego. Pero los expertos indican que las mejores probabilidades de verlo será en una zona donde no haya polución de luces de la ciudad (es decir, un campo abierto), a la hora en la que cae el sol.
Un experto en fenómenos celestiales de la cadena de noticias BBC dijo que desde las ciudades, si es que se lo puede ver, el fenómeno se apreciaría de manera leve, como si alguien hubiera escrito con tiza en el cielo y pasado el dedo expandiendo las partículas.
El cometa fue descubierto en marzo del año pasado por un grupo de astrónomos que estaban analizando imágenes de una cámara de amplio espectro en el centro Zwicky Transiet, ubicado en Mount Palomar en California. Lo vieron mientras estaba en la órbita de Júpiter, a unas 650 millones de kilómetros del sol. Desde entonces su tránsito ha sido hacia el sol, llegando el pasado jueves a su punto más cercano al sol en lo que se conoce como perihelion. Su punto más cercano a la tierra será entre el 1 y el 2 de febrero, fechas en las que estará a unos 41 millones de kilómetros de nuestro planeta. Para poder dimensionar esto, la luna está a 379 mil kilómetros de la tierra.
La particularidad de este fenómeno es su color y el hecho de que se trata de un cometa de los de períodos largos, que son aquellos que tardan más de 200 años en orbitar el sol.
Los cometas son una suerte de bola de nieve cósmica, con hielo, gases congelados, polvo y rocas, que van desde algunos kilómetros de diámetro, a cientos de kilómetros. El color verde, en este cometa en particular, se debe a su composición molecular que contiene dicarbos y cyanogen, ambos componentes químicos que expuestos a la luz solar se ven verdes.
Si bien puede ser visto desde cualquier parte del planeta, los expertos calculan que habrá más posibilidades de que se vea con claridad en el hemisferio norte. Con binoculares podría verse durante la mayor parte de enero desde el hemisferio norte.
Seguir leyendo: