No es novedad para nadie que el precio de las rentas residenciales en el sur de la Florida ha aumentado considerablemente en los últimos años. Según algunos, más que en cualquier otra parte del país.
Por un lado, existe un proceso inflacionario histórico en toda la nación que ha afectado el mercado de bienes raíces de manera particular. A eso se suma que el sur de la Florida, y particularmente Miami, han explotado desde la pandemia con miles de personas mudándose ellí y la generación de miles de nuevos puestos de trabajo en la zona, hicieron que el sur de la Florida sea una de las zonas más deseables de la nación. Por oferta y demanda, los precios se dispararon.
Pero a cualquier racionalización de este tipo se suma ahora un nuevo componente que explica el fenómeno. De acuerdo con un nuevo reporte realizado por el departamento de mercado inmobiliario de la Universidad Florida Atlantic, los alquileres temporales de menos de seis meses (en su mayoría a través de plataformas como Airbnb) de apartamentos, dúplex y casas han disparado parte de los precios.
Para el estudio se entrevistó a más de 200 agentes de bienes raíces, inquilinos y desarrolladores, y se combinaron sus respuestas con los datos del mercado inmobiliario de la página nacional Zillow. Como ocurre en todos lados, los alquileres temporales son más caros que los contratos de alquiler largos. Pero particularmente en Miami el fenómeno se exacerba más.
Miami es uno de los mercados de Airbnb más caros del mundo. El precio promedio mensual de una vivienda bajo contrato de alquiler temporal en la ciudad es de 8.024 dólares al mes, de acuerdo con el reporte. Esto la convierte en la tercera ciudad que da los mayores beneficios para los dueños de propiedades que las rentan temporalmente en el mundo, solo por detrás de Las Vegas y Honolulu.
En 2021, último año del que hay datos, 710 mil personas utilizaron estos servicios de alquileres temporales en Miami, generando ganancias que superan los 200 millones de dólares en el año.
A partir de la pandemia, la plataforma Airbnb ha visto un aumento sustancial en los alquileres temporales largos (de más de 28 días) en la ciudad de Miami. Esto ha hecho que para muchos propietarios sea más atractivo ofrecer sus viviendas de manera temporal que con contratos largos, disminuyendo la oferta de propiedades para alquileres regulares y, por ende, aumentando los precios.
No todos los edificios del sur de la Florida permiten alquileres temporales, pero no necesariamente esto impide que la gente lo haga.
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