Estados Unidos se pronunció tras la ejecución del ex viceministro de Defensa, Alireza Akbari, condenado por supuesto espionaje para el Reino Unido, llevada a cabo en las últimas horas por el régimen de Irán.
Este sábado, un portavoz del Departamento de Estado dijo que estaba “horrorizado” por el hecho y respaldó al Reino Unido en su pedido sobre el régimen persa para que rinda cuentas al respecto.
“Estamos horrorizados por la ejecución por parte de la República Islámica del ciudadano irano-británico con doble nacionalidad Alireza Akbari. Estamos con el gobierno británico en la condena de su ejecución, que tuvo una motivación política y fue injusta”, declaró.
Sentenció, asimismo, que “las detenciones injustas, las confesiones forzadas, los juicios farsa y las ejecuciones por motivos políticos de la República Islámica deben terminar”.
Tan solo unas horas antes de su muerte en manos de la policía, el portavoz adjunto estadounidense Vedant Patel se había pronunciado sobre la ejecución pendiente y había asegurado: “Nos inquietan enormemente los informes según los cuales el Sr. Akbari fue drogado, torturado durante su detención, interrogado durante miles de horas y obligado a hacer confesiones falsas”.
Las fuerzas represoras de Irán ejecutaron este sábado al ex viceministro de Defensa tras haber sido acusado de presuntamente espiar para los servicios de inteligencia del Reino Unido, informó la agencia de noticias Mizan Online.
Akbari tenía 61 años y fue ahorcado bajo los cargos de “corrupción en la Tierra y atentar contra la seguridad interna y externa del país al traspasar información de inteligencia”, citó el medio.
Si bien el régimen iraní había informado de la condena a muerte el pasado miércoles, se desconoce cuándo fue sentenciado por “espiar para el MI6″ a cambio de “1.805.000 euros, 265.000 libras y 50.000 dólares”.
El ex funcionario ocupó el cargo de viceministro de Defensa durante el mandato del ex presidente reformista Mohamed Katami, que gobernó entre 1997 y 2005, y estuvo detenido los últimos tres años.
Tras el hecho, múltiples países salieron a condenar las prácticas del régimen Iraní que, con frecuencia, es señalado de usar a presos con doble nacionalidad -en especial- como medida de presión o para conseguir un intercambio de prisioneros con otros países.
Este accionar ha sido denominado por organismos que abogan por los derechos humanos como “diplomacia de rehenes”.
El presidente francés Emmanuel Macron calificó el hecho de “acto odioso y bárbaro” que “se suma a una lista demasiado larga de víctimas de la represión y de la pena de muerte en Irán”. También, expresó en un mensaje en su cuenta de Twitter su solidaridad con el Reino Unido y con el pueblo iraní.
Por su parte, la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, dijo que la ejecución es “un nuevo acto inhumano del régimen iraní”.
Estos mensajes de apoyo se sumaron a los que a primera hora de este sábado emitió el Gobierno británico. El ministro de Asuntos Exteriores, James Cleverly, sostuvo más temprano su “rechazo por la ejecución” y pidió a la República Islámica que “rinda cuentas por sus terribles abusos contra los derechos humanos”.
En tanto, el primer ministro Rishi Sunak mencionó estar “consternado” por este hecho “cruel y cobarde”.
La ejecución tuvo lugar en un momento en el que los ojos del mundo están puestos sobre el accionar de las autoridades, que ya han arrestado a cientos de manifestantes de las protestas por la muerte de Mahsa Amini e, incluso, han ahorcado a cuatro de ellos.
(Con información de AFP, AP y EFE)
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